Mónica Amorós y Leopoldo Ortiz son ya los únicos concejales con que Ciudadanos cuenta en Carcaixent. Ambos presentaron el pasado viernes en la secretaría del ayuntamiento una instancia por la que firmaban como únicos representantes del partido naranja en el consistorio, dejando fuera a Juan Albert. Tras ello, elevaron una petición a la dirección autonómica de Ciudadanos para remarcar la situación del ya ex concejal de Ciudadanos, pero aún afiliado, para que fuese destituido de la formación.
De momento, Juan Albert ya figura en la corporación municipal de Carcaixent como concejal no adscrito a ningún partido. Por otro lado, su expulsión como afiliado de Ciudadanos es cuestión de tiempo. Según señaló a este periódico Ortiz, el caso está ya en manos del área institucional del partido y está siendo tramitado.
«Con el PSOE no teníamos ningún problema, pero el partido anunció claramente que de formar gobierno con Compromís se iba a expulsar a los responsables», añadía al respecto Leopoldo Ortiz, quien señaló que también había hablado con Paco Salom, pero que respetaban ante todo la política de partido.
El número dos de Ciudadanos en Carcaixent habló directamente de Juan Albert como un «tránsfuga» y señaló que Ciudadanos tenía la intención de tomar cartas en el asunto, más allá de su expulsión.
«Mi color político es Juanito»
Juan Albert, por su lado, señaló que se había unido en primera instancia a Ciudadanos «porque coincidía con la visión de centro» que, señala, también tenía él en la política. Una vez la dirección de partido marcó directrices, como la línea roja respecto a Compromís en el caso valenciano, se ha terminado desmarcando de la formación.
«Aquí nos presentamos a las elecciones para defender los intereses del pueblo. Uno de Madrid no ha de decidir cuáles son esos intereses», argumentó el edil sobre su decisión de apartarse de las directrices del partido al que aún pertenece como afiliado.
«Nunca he tenido color político. Mi único color es Juanito», dijo en referencia a su propio apodo y por el que se le conoce en el municipio, «y es no dar la espalda a los intereses de Carcaixent», insistió.
