La Conselleria de Sanitat Universal considera que, en base al seguimiento que está realizando de la expansión del mosquito tigre, la situación en la Ribera se encuentra «en variables que entran dentro de lo previsible» y defiende que las acciones planificadas «se ajustan a la situación en la comarca en la actualidad».

Ésta es la respuesta del departamento que dirige Ana Barceló a la consulta elevada por Levante-EMV para conocer la valoración que el área de Salud Pública realiza de la eclosión de la plaga de mosquito tigre en la Ribera, que está provocando sucesivas quejas de ciudadanos y ayuntamientos al multiplicarse los afectados por picaduras de mosquito tigre y mosca negra, así como las actuaciones previstas para paliar sus efectos.

Cabe señalar que el último mapa actualizado a 31 de mayo sobre la detección del mosquito tigre, un trabajo que realiza la Universitat de València en el marco del plan de seguimiento, confirma que el insecto está presente en el 83 % de los municipios de la Ribera, 39 pueblos en cifras absolutas.

La Generalitat Valenciana, a través de la dirección general de Salud Pública, desarrolla un plan de control de esta plaga que, según señalan fuentes de la Conselleria de Sanitat, incluye acciones de vigilancia entomológica, información a ayuntamientos y a la ciudadanía sobre medidas de control y subvenciones específicas a los municipios, bien de forma directa o a través de las mancomunidades, para la realización de campañas de control del mosquito tigre. Este año se han destinado 400.000 euros, recuerdan.

Fuentes de la conselleria inciden en que se está realizando un seguimiento continuo de la plaga de mosquito tigre y que, de momento, «nos encontramos ante variables que entran dentro de los previsible», pese a las numerosas quejas que se elevan desde la Ribera.

Por otra parte, respecto de las peticiones para que se autoricen fumigaciones aéreas para combatir la plaga de mosca negra, ya que éstas no son efectivas en el caso del mosquito tigre, las mismas fuentes recuerdan que la Dirección General de Salud Pública resolvió autorizar el plan de tratamiento aéreo para el control de moscas negras en determinados tramos del río Júcar en el año 2017, «autorización que fue renovada para el año 2018 y posteriormente para el año 2019», si bien advierten de que «no consta que se haya solicitado autorización para ningún tratamiento dentro del plan aprobado y en vigor para el año 2019».

Sobre el volumen de personas atendidas por los servicios médicos por picaduras de mosquito tigre y mosca negra -el lunes se agotaron las pomadas contra el dolor en la farmacia que estaba de guardia en Alzira-, la conselleria alega que no se realiza un seguimiento sistemático del número de personas asistidas específicamente por picaduras de estos insectos, si bien «cuando se considera necesario», se obtienen esos datos «de manera puntual» a partir de los registros de actividad asistencial. Con todo, Sanitat no ha facilitado cifras.

Por otra parte, y respecto a las medidas de prevención, recuerda que el mosquito tigre utiliza cualquier recipiente con agua para la maduración de sus huevos, por lo que si no se toman las precauciones oportunas se puede encontrar en balcones, patios y jardines, y en cualquier lugar donde haya objetos que permiten acumular agua, bien de forma voluntaria o como consecuencia de riegos y de la lluvia.