Las obras de abastecimiento de agua potable a la Urbanización de Sant Bernat que han cerrado varios viales de acceso a Alzira seguían su curso ayer y provocaron, de nuevo, larguísimos atascos en las horas puntas del día. Una situación que ha enfadado a vecinos y transportistas, según se desprendía de las quejas que muchos publicaban ayer en las redes sociales. Estas obras, según adelantó ayer el alcalde de la localidad Diego Gómez, seguirán hasta finales de semana, pero para entonces esperan que la situación se normalice. No obstante, Gómez apuntó que dichos atascos responden a una cuestión de mucho más fondo que unas obras puntuales, aunque ahora se hayan puesto de relieve: «El tráfico de Alzira tiene ahí un problema estructural, agravado ahora de forma puntual», precisó.
No en vano, en esa rotonda confluyen las carreteras de Corbera y Albalat con la avenida de la Voluntad Popular, y ésta con la avenida 9 d'Octubre y la carretera C-43. Esto es, las entradas al Hospital de la Ribera y el polígono industrial alcireño con la entrada norte a la ciudad y su conexión con la A-7. Un punto delicado en definitiva, con una alta alfuencia de tráfico. Según adelantó Diego Gómez, el consistorio esperan que a lo largo de esta legislatura puedan acometerse algunas actuaciones que contribuyan a desahogar un área que es, «según todos los estudios de movilidad, el núcleo más complicado de la ciudad», subrayó el alcalde.
De este modo, Gómez mencionó varias posibilidades para abordar el problema. El alcalde apuntó algunas que pueden acometerse en el casco urbano, como convertir la calle General Espartero en una vía de doble sentido: «Pero esto bloquearía otros puntos, como la rotonda de la calle Sueca», señaló. Así, desde el ayuntamiento apuntan a que la solución idónea pasa por plantear carreteras alternativas que descongestionen los viales actuales qe presentan mayor densidad. En cualquier caso, estas obras dependen, apuntó Gómez, de la intervención de la Diputació de València o de Generalitat.
Infraestructuras necesarias
Hace ya años que el ayuntamiento reclama la construcción de otro puente sobre el Xúquer que conecte el polígono industrial de la carretera de Albalat y el Hospital de la Ribera con la carretera CV-42 para buscar una salida hacia la A-7. No obstante, también reconocen ser conscientes de que se trata de una infraestructura costosa con la que no pueden contar a corto y medio plazo. De este modo, entre las obras que sí se pueden prever para esta legislatura, Gómez destaca sendos proyectos: la rotonda de la carretera de Corbera, y el desdoblamiento del acceso a la zona del Carrefour y el estadio Luis Suñer, que ahora cuenta con una dirección única de entrada. «Los problemas patrimoniales que habían surgido en la rotonda de Corbera ya están desbloqueados, por lo que esperamos ver una solución planteada en la primera parte de la legislatura», señaló al respecto del primero Gómez. Tanto en este caso como en el del acceso al estadio de fútbol, las posibles respuestas dependen de la aquiescencia de la Diputació.
Mientras llegan alternativas que desahoguen, poco a poco, la zona, conductores y vecinos no tienen más remedio que esperar, mientras se enfrentan a repuntes puntuales del tráfico como el que se vive estos días. «La concesionaria de aguas nos comunicó que era un buen momento para realizar sus obras. Deberíamos haber valorado que empeoraría la congestión», reconoció el alcalde de la ciudad.
