«Nunca he sido una persona machista, Catadau lo ha refrendado en las últimas elecciones». Con estas palabras se defiende Manuel Bono, exalcalde del pequeño municipio del Marquesat, que ve en los resultados electorales un apoyo que no ha tenido por parte del PSPV, que decidió apartarlo ante las presiones recibidas por parte de colectivos feministas que señalaban al político como defensor del autor de 16 puñaladas a su pareja. El origen del conflicto: una carta cuyo contenido, a su juicio, «se ha malinterpretado por completo».
En aquella misiva, el exalcalde defiende que pretendía «dar cobertura a una familia del pueblo que lo estaba pasando mal, sin entrar en ningún tipo de valoración». «En la carta que se hizo en aquel momento nunca se puede interpretar que estoy al lado de un maltratador, aunque cada uno acaba pensando lo que quiere. No se pretendía hacer mala sangre ni nada por el estilo, pero tampoco íbamos a echar del pueblo a una familia por la atrocidad que cometió su hijo, algo que siempre he condenado», expone Bono, que prosigue: «Quien me conoce sabe que no soy un machista, siempre he apoyado a las mujeres, de hecho, yo firmé el primer convenio de equiparación salarial en los almacenes de naranja. Si realmente fuera un machista, no habría sido el segundo candidato más votado a escasísima distancia del PP. ¿O resulta que ahora todos en este pueblo estamos tontos?».
Bono también lamenta no haber contado con el apoyo del PSPV durante los últimos meses. «El PSPV no ha sido garantista. Se limitó a escuchar la manifestación que aquellas personas que me linchaban y pedían responsabilidades pero conmigo no quiso hablar. Simplemente me citaron por cortesía pero para decirme que o me iba o me echaban», argumenta el exalcalde, que añade a continuación: «Creo que el partido pudo haber actuado mejor. En ningún momento se paró a analizar el contenido de una carta que se escribió en mayo de 2017 y que salió a la luz en otra fecha, cerca de las elecciones y buscando un significado que no tenía. Ni siquiera me dieron la oportunidad de explicarme».
«No merezco este linchamiento»
En ese sentido, Bono considera que el PSPV se decantó por la opción más cómoda: «El partido no quiso que esto le salpicara, ni polvo ni polvareda. Para ellos fue más sencillo deshacer toda una agrupación local de un pueblo que ni siquiera llega a los 3.000 habitantes. Así que, como dijeron que me fuera o me echaban y que no podía liderar una lista con las siglas del PSPV, decidí apartarme y hacer la mía. Mis compañeros de partido en Catadau se vinieron conmigo y he recibido el apoyo de otros socialistas de la comarca, que no entendían lo que estaba haciendo el partido conmigo. Puede que cometiera errores, pero no para merecer el linchamiento al que me vi sometido». Es más, insiste en que a día de hoy el PSPV no le ha comunicado su expulsión: «No he recibido ninguna notificación oficial, no se me ha dicho nada ni desde València ni desde Madrid».
Con todo, finalmente Bono dejó de lado las siglas del PSPV y se presentó, junto a sus compañeros de partido, con una nueva marca a los comicios locales: Independents per Catadau. Y pese a la polémica, mejoró sus resultados. Mientras que en las elecciones de 2015, con las siglas socialistas, logró 454 votos y tres concejales; en 2019 creció en sufragios liderando una formación independiente, hasta los 547 sufragios, y también en concejales, arañando un edil al Partido Popular. No obstante, cuando todo hacía prever que renovaría la alcaldía con el apoyo de Compromís, finalmente se apartó y cedió la vara de mando al candidato nacionalista.
