Las protestas por la plaga de mosquito tigre y mosca negra que azota la Ribera se suceden desde hace semanas. No obstante, los profesionales sanitarios ponen en cuarentena el clima de emergencia que parece reinar, atendiendo a las experiencias y protestas que se suceden día a día.

Las Urgencias del Hospital de la Ribera están saturadas, según el jefe de la unidad José Currás, y en la inmensa mayoría de las ocasiones se trata tan solo de picaduras locales, sin diferencias con las que pueden producir las especies comunes de mosquitos en cualquier otro día del año. Por ello, piden a la ciudadanía cierta calma a la hora de acudir a las Urgencias: «Muchos pacientes presentan una sintomatología que se trata en casa o en el centro de salud. Urgencias está para otros casos más graves», señaló a este periódico Currás.

Las lesiones conocidas en el protocolo sanitario como picaduras extendidas, que son aquellas de mayor inflamación, más extensas o con las desagradables bolsas de líquido, representan apenas «una de cada diez lesiones que estamos viendo en los centros de salud», según calcula el doctor Juan Carlos Benites, médico de atención primaria en el centro de salud Alzira 2. La afluencia de pacientes es mucho mayor que en otros años, debido a la plaga que sufre la Ribera, pero tal y como apunta Benites «no se está observando una incidencia mayor de lesiones más graves».

A pesar de que la irrupción de los insectos ha aumentado el número de casos, no se ha producido ninguno en el que algún paciente presente sintomatología más grave, como taquicardias, problemas respiratorios o infecciones de mayor peligro. Ni Benito ni Currás habían tenido notificación de alguno. El protocolo de actuación es el mismo en el hospital o en el centro de salud, recetando corticoides, antihistamínico o pomadas.