Los resultados del primer año completo en la experiencia piloto que la Conselleria de Agricultura desarrolla en las localidades de Polinyà y Albalat de la Ribera en busca de una técnica biológica que permita combatir la plaga del mosquito tigre inspiran optimismo.
El balance de esta primera campaña (2018) en la que se ha aplicado la Técnica del Insecto Estéril (TIE), que consiste en soltar cientos de miles de machos esterilizados para que se apareen con las hembras silvestres de forma que los huevos que éstas ponen no se convierten en nuevas larvas ya que son inviables, ha propiciado una «esterilidad inducida» del 30 %, lo que se traduce en un descenso de la población de mosquito tigre en la misma proporción en la localidad en la que se aplica esta experiencia piloto, en este caso, Polinyà.
El director general de Agricultura, Roger Llanes, ha valorado como «alentadores» estos datos, por lo que la conselleria ha iniciado una segunda fase del programa en la que se ha incrementado la liberación de machos estériles -es la hembra del mosquito tigre la que provoca la molesta picadura a los humanos- con el objetivo de propiciar un descenso más acusado de la población de este insecto. «Vamos a estar un par de años más y, si no pasa nada y lo que encontramos es alentador como hasta ahora, pensamos que tendremos a punto la técnica necesaria para ponerla en práctica contra el mosquito tigre», incide Llanes.
