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Presunto amaño

Antifraude investiga a la exalcaldesa de Sueca por nombrar "a dedo" al gerente de Aguas

Raquel Tamarit eligió un gestor provisional para dirigir la empresa pública pese a advertir la secretaria que el procedimiento no era legal

La exalcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit (Compromís). levante-emv

La Agència Valenciana Antifrau investiga a la exalcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit, tras recibir confidencialmente a finales de enero abundante documentación sobre un presunto amaño para nombrar al gerente de una empresa pública municipal sin respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad y experiencia profesional que exige la Administración Pública. El nombramiento se llevó a cabo pese a advertir la secretaria general del ayuntamiento que el proceso estaba viciado al «no haberse acreditado» una designación que garantizara la publicidad y la libre concurrencia.

Fue la propia alcaldesa, como presidenta del consejo de administración de la Entidad Pública Empresarial Aigües i Sanejament de Sueca, la que propuso nombrar provisionalmente gerente el 25 de enero de 2018 al estar la plaza sin cubrir desde enero de 2013 y «ante el volumen de trabajo actual y los nuevos retos a corto y medio plazo a los que se enfrenta la entidad». La vicepresidenta del organismo, la concejala y entonces diputada de Turismo Pilar Moncho, se comprometió a respetar los principios de igualad, mérito y capacidad.

El funcionario que finalmente accedió de manera provisional a esa plaza, trabajador de la empresa pública, constataba en su currículo que era licenciado en Derecho y que había sido administrativo y técnico medio de la Generalitat coordinador de Espacios Naturales Protegidos de Vaersa, aunque no pudo acreditar ninguna experiencia como gerente o en puestos de alta dirección.

Reproche por escrito

El 30 de diciembre de 2017, la secretaría municipal emitió un detallado informe que subrayaba que el nombramiento del gerente debía ajustarse a derecho «siempre y cuando para la designación del candidato, como directivo, se hubiera atendido a los principios de mérito y capacidad, así como a su idoneidad y experienia profesionales en relación con las competencias, cometidos y funciones que tiene asignadas en los Estatutos, Y cuando, además, la designación se hubiere llevado a cabo mediante un procedimiento de selección que garantice la publicidad y la concurrencia. Cuestiones éstas que no se han acreditado ante esta Secretaría».

Pese a esta advertencia, el consejo de administración de la empresa pública se reunió el 25 de enero de 2018 para aprobar el nombramiento provisional del nuevo gerente «hasta que sean aprobadas y publicadas unas bases definitivas para cubrir la plaza». En esa misma reunión, fueron varios los representantes de la oposición que hicieron constar sus divergencias. El hoy alcalde, el socialista Dimas Vázquez, manifiestó que no considera correcta la foma utilizada en el nombramiento, Celia Beltrán (Ciudadanos) preguntó por qué motivo no se podía esperar a convocar un procedimiento de selección reglado si la plaza no estaba cubierta desde 2013 y Fernando Franco (PP) criticó abiertamente el «nombramiento a dedo de una persona sin experiencia» que hasta entonces «solo realizaba tareas de administrativo».

«Tensiones laborales»

Moncho justificó la necesidad de nombrarle en el «clima de malestar y tensiones laborales que podría desaparecer o minimizarse si hubiera un gerente». También se comprometió a sacar la plaza a concurso en un plazo máximo de ocho meses. El pasado 3 de enero se publicaron la bases en el Boletín Oficial de la Provincia.

Entre los requisitos que se exigían en el proceso de selección se observaron algunas curiosidades. Las bases del procedimiento deberían haber sido publicadas el 3 de enero, aunque su publicación no se hizo efectiva hasta una semana después. En cuanto a la aportación de méritos se primaba a los técnicos del grupo A1 (al que se adscribe el gerente provisional), con independencia de las funciones que se realizan, y no se especifica que se valorará la experiencia en puestos de gerencia o alta dirección acordes a las funciones que exigía el puesto y, en cambio, se otorgaban cuatro puntos a quien presentara un plan de gestión de la entidad que, casualmente, el candidado elegido ya había elaborado un año antes, e incluso pudo actualizarlo y perfilarla, según la denuncia, con más días hábiles que el resto de los aspirantes a la gerencia.

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