El mes de junio es sinónimo de estancamiento del nivel de desempleo en la comarca. Es una época del año en la que queda patente la fuerte estacionalidad de la Ribera, marcada por dos sectores: la agricultura y el turismo. Cuando se acaba la campaña en el campo, empieza la temporada fuerte en la playa. Pero eso no ha servido para que el ecuador del año se saldase con un ligero repunte en el número de desempleados: son 18.989.
La variación es ínfima entre los meses de mayo y junio, 147 más. Las diferencias se encuentran, principalmente, entre las dos subcomarcas. En la Ribera Alta, el paro crece. En la Baixa, la tendencia es al contrario. O lo que es lo mismo, las explotaciones agrarias no necesitan mano de obra mientras en el litoral crece la demanda de trabajadores. De hecho, de mayo a junio creció el número de parados en la Ribera Alta, concretamente en 341; por su parte, en la Ribera Baixa se registraron 194 desempleados menos.
En esa línea se manifestó ayer el secretario intercomarcal de UGT, Raül Roselló: «En nuestra comarca de la Ribera cabe diferenciar los datos de las poblaciones de la Ribera Baixa de los de la Ribera Alta porque en la primera debido al periodo estival el desempleo baja principalmente en el sector turístico y de la hostelería, mientras que en la Ribera Alta, con un incremento superior al del año pasado, el paro sube sobre todo por el peso del sector agroalimentario por finalizar sus campañas agrícolas, en el sector servicios y entre otras razones, por la finalización de la actividad docente».
Si se comparan los resultados de los dos últimos meses por localidades se observa también dicha tendencia: en Cullera se contabilizaron 131 desempleados menos mientras que en Sueca el descenso fue de 109 personas. Entre las dos localidades costeras se concentra la caída del paro. Mientras, el desempleo crecía con fuerza en localidades como Carlet, Alzira, Carcaixent, Sollana o Almussafes.
Contratos temporales
En cuanto a la contratación, se registraron13.644 contratos en junio, lo que supuso 765 más que en el 2018 es decir un 5,94 % de incremento interanual. Con todo, más del 90 % eran temporales.
«Estos datos vuelven a mostrar hoy las debilidades de nuestro mercado de trabajo, caracterizado por un empleo precario, temporal y parcial, que genera desigualdades y que no ofrece las mismas oportunidades para los colectivos con mayores dificultades de acceso al mercado laboral», manifestó Roselló, que abogó por «erradicar la inestabilidad con políticas activas de empleo, promoviendo la innovación y la formación para mejorar la calidad de los puestos de trabajo».
