Sergio Gascó considera que existe una falta de concienciación sobre el riesgo que representa un animal suelto en el interior de un vehículo ya que muchos propietarios de mascotas todavía las llevan en brazos o sin ningún tipo de sujeción. «Es Física pura, da igual que sea un niño, un perro que una maleta. En caso de una deceleración brusca su masa se multiplica y un perro de doce kilos puede ejercer una fuerza de 500 kilos. Eso es suficiente para doblar el respaldo del conductor, provocar lesiones en la espalda e incluso la muerte. Un perro de doce kilos puede acabar siendo un toro bravo dentro de un coche», alerta.

Este bombero especializado en rescates de víctimas de accidentes de tráfico señala que su idea tras la inversión realizada en este sistema de sujeción para mascotas, y una vez patentado, es que «alguna empresa se lo quede y lo comercialice».

Gascó asegura de que una de las preocupaciones que ha motivado no pocos cambios en el proceso de diseño hasta llegar al producto final es que el precio final fuera asequible de forma que se pueda generalizar el uso del SRC. Estima que en base a los costes de producción el precio de venta puede oscilar en torno a 150 euros.

«El problema es que el que fabrica transportines no tiene accidentes de tráfico y el que tiene accidentes no fabrica transportines, yo he juntado mis dos aficiones», señala.