La titularidad del gobierno de Guadassuar responderá finalmente a los resultados de las elecciones, en lo que al eje ideológico se refiere. La izquierda recuperará la alcaldía de la localidad merced al acuerdo que alcanzaron ayer Compromís y el PSPV-PSOE, un pacto tras el que presentaron ayer a mediodía una moción de censura contra el actual alcalde, Vicent Estruch, del Partido Popular. Ahora tienen diez días hábiles para aprobar la destitución y formalizar la investidura que dará de nuevo la alcaldía al nacionalista Salvador Montañana.

Representantes de ambos partidos limaron diferencias en la comisión de pactos locales y acordaron que la alcaldía será compartida:Montañana, de Compromís, será alcalde desde la próxima investidura hasta febrero de 2022, y la socialista Rosa Almela asumirá el cargo desde entonces hasta el final de la legislatura.

El reparto temporal de esta alcaldía rotativa fue el principal punto de conflicto entre ambos partidos y el motivo por el que se frustraron las negociaciones previas a la investidura para lograr un gobierno de izquierdas. Los socialistas pidieron primero una alcaldía compartida al 50 %, alegando que en la anterior legislatura habían ofrecido «un cheque en blanco» a Compromís. Tras unos días con las conversaciones en un punto muerto, el PSOE pasó a demandar un reparto proporcional en base a los votos conseguidos. Compromís, por su lado, realizó una contraoferta por la que tan solo les ofrecía la vara de mando durante el último año. Así se llegó al día de la investidura. Este bloqueo permitió que Vicente Estruch consiguiese la vara de alcalde en la segunda ronda de votaciones por ser el PP la fuerza más votada aunque con el mismo número de concejales que Compromís (5),frente a los tres del PSOE. No obstante la sombra de la moción de censura planeó desde el principio sobre el nuevo equipo. En efecto, a finales del mes de junio y tal y como avanzó este periódico, Montañana confirmó que las negociaciones se habían retomado en busca del acuerdo para tramitar ese recurso y recuperar el gobierno de la localidad.

Negociadores externos

Han sido los negociadores de la comisión de pactos locales del Botànic, observadores externos, quienes han revisado lo sucedido durante las primeras conversaciones y han convenido las condiciones del nuevo gobierno, aceptadas por las agrupaciones en Guadassuar de ambos partidos. El reparto de concejalías será similar al que se acordó en las conversaciones previas a la investidura, con ocho regidores delegados y con una estructura «adaptada al perfil de cada miembro, para extraer el máximo rendimiento de cada área ejecutiva», según apuntaron ayer ambos partidos.