El anuncio del macroproyecto de extracción de casi tres toneladas de arena del fondo marino de Sueca para paliar el grave problema de erosión que sufren las playas situadas entre El Saler y La Garrofera ha causado un profundo malestar en los pescadores de la Ribera Baixa y de la provincia. Los representantes del sector consideran que la anunciada regeneración de ese tramo de costa del término municipal de València, que precisará una inversión de 28 millones de euros, podría significar el fin de su actividad profesional, dado que afecta a su principal caladero.

El proyecto dado a conocer por la Dirección General de Costas ha caído como un jarro de agua fría sobre el sector pesquero, que lamenta que en ningún momento haya sido consultado al respecto. El proceso de desaparición de las playas se inició en los años sesenta con la construcción y posteriores ampliaciones del Puerto de València, cuya influencia ha provocado un grave déficit sedimentario que ahora se intenta paliar con cerca de tres millones de metros cúbicos de arena que debe extraerse de un yacimiento submarino existente frente a la costa de Sueca.

Acciones de protesta

La Federación de Cofradías de Pesca de la Comunidad Valenciana está dispuesta a recurrir la ejecución del proyecto, planteándose incluso llegar hasta los tribunales para paralizar ese importante trasvase de arena. «Tampoco podemos descartar cualquier otro tipo de acciones, desde un paro en el sector pesquero hasta otras vías de presión que todavía se están estudiando», ha anunciado el presidente de la federación de cofradías, Vicente Pérez, que advierte que ese trasvase podría llevar a la desaparición al sector pesquero. «El yacimiento submarino del que está previsto extraer los tres millones de metros cúbicos de arena, que va prácticamente desde la playa del Dosser de Cullera hasta la costa de Sueca, es una zona que se ha convertido a lo largo del tiempo en uno de los caladeros mas importantes de la provincia donde acuden embarcaciones de las cofradías de Valencia, Cullera y Gandia», alerta.

El hecho de realizar un trasvase de tan gran envergadura podría significar un cambio total en el habitat de especies como la merluza, el mollet, la sepia, lenguados o palayas, con lo que el sector pesquero se vería firmemente afectado sobre todo en el nivel de capturas lo cual significaría su muerte económica», previene Pérez.

Impacto ambiental demoledor

El propio estudio de impacto ambiental realizado por la Demarcación de Costas reconoce que este trasvase podría afectar a espacios naturales protegidos, a la calidad del agua así como afectar de manera importante los recursos pesqueros. El mismo informe admite que las comunidades de fitoplancton no tendrán capacidad de recuperación, ya que la zona queda cubierta por espigones formados por materiales duros en una superficie que afectará a más de dos millones de metros cuadrados.

El colectivo no ve «suficiente» una indemnización económica surgida de la valoración de los bienes afectados en el sector pesquero, «ya que no se puede resolver con una simple indemnización la desaparición de un sector tan tradicional como es el de la pesca en la provincia de Valencia».