La alcaldesa de Benifaió, Marta Ortiz, optará mañana a la presidencia de la Mancomunitat de la Ribera Alta. A pesar de valorar positivamente la gestión realizada por su compañero del PSPV-PSOE Txema Peláez en los últimos cuatro años y de que incluso fuese el exalcalde de Sumacàrcer el que la incluyese a ella dentro de la junta de gobierno del ente supramunicipal, la primera edil benifayonense ha querido dar un paso adelante «porque cuento con la misma potestad y considero que la alcaldía de mi localidad y el conocimiento de la Mancomunitat me permiten ofrecer un distinto modelo de gestión».

La vía alternativa a Peláez, por el simple hecho de existir, ha creado un gran malestar en algunos sectores del partido socialista, que veían al actual presidente de la Mancomunitat con suficientes méritos para seguir en el cargo. Peláez no quiso hacer ayer declaraciones a este periódico más allá de considerar que el ente ribereño «precisa de dedicación exclusiva porque las agendas se solapan y no es posible compatibilizar una alcaldía con la presidencia de la Mancomunitat».

La incertidumbre sobrevolará a la institución hasta mañana cuando se celebre la votación en Benifaió, curiosamente sede puntual para el acto. Dada la existencia de dos candidaturas, cada uno de los candidatos ofrecerá sus postulados y después se votará. «Es un reto más dentro de la política municipal. Estoy de acuerdo con la labor realizada por Peláez pero consideramos que hay aspectos en los que se puede mejorar. Tenemos una diferente visión y el proceso interno que nos permite postularnos a la presidencia no consideramos que sea fuente de un enfrentamiento con un compañero sino un mecanismo enriquecedor», argumentó Ortiz. La alcaldesa de Benifaió sí considera que se puede compatibilizar la presidencia de la Mancomunitat con la alcaldía de un municipio de mediano tamaño como el que ella preside.

Sectores de partido reprochan que es impensable que en otros cargos como por ejemplo una alcaldía se postule un diferente candidato si la gestión ha sido mayormente considerada como buena. Criticaron también que se pueda utilizar la Mancomunitat como un ente para premiar el buen comportamiento local de alcaldes y alcaldesas. «La Mancomunitat es un ente para trabajar por la comarca y dar servicios a la ciudadanía. No para que los partidos paguen los éxitos en un pueblo u otro. No se puede politizar el ente», argumentó un representante del partido que prefirió mantener el anonimato.

Reparto en la diputación

Los socialistas han vivido una situación similar con la designación de los diputados provinciales, que hicieron chocar a la ejecutiva comarcal con la provincial, designando finalmente al alcalde de l'Alcúdia, Andreu Salom, en detrimento de la de la Pobla, Neus Garrigues. Las reuniones internas del partido tras la designación fueron subidas de tono, con acusaciones de gran contundencia entre diferentes representantes. «Existe ahora peor ambiente interno que cuando teníamos 'cuatro' alcaldías en la comarca. Ahora se piensan que el poder municipal los legitima para aspirar a otros cargos superiores y el enfrentamiento se recrudece», adujo un dirigente que también prefirió no aportar su identidad.