Para muchos inesperado. Para otros, lógico. Txema Peláez venció ayer en la votación interna del PSPV-PSOE comarcal y cuenta con el apoyo del partido para convertirse de nuevo en presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta en esta legislatura. Obtuvo cincuenta y cinco votos a favor, por cuarenta y cuatro de Marta Ortiz, la alcaldesa de Benifaió, que quiso postularse como presidenciable a pesar de valorar positivamente la gestión realizada por el exalcalde de Sumacàrcer, que ahora se dedicará de forma exclusiva a la presidencia del ente comarcal. La alcaldesa de Benifaió sí consideraba que se podía compatibilizar la presidencia de la Mancomunitat con la alcaldía de un municipio de mediano tamaño como el que ella preside. Peláez, sin embargo, argumentaba que el crecimiento del ente obliga a dedicarse a la presidencia de forma exclusiva. Él no se presentó a las elecciones municipales recientes, pasando la alcaldía de Sumacàrcer a David Pons.
Los dos candidatos expusieron sus posicionamientos ante una nutrida representación de las diferentes corporaciones socialistas locales, que se reunieron, curiosamente, en Benifaió. Primero hizo un balance Neus Garrigues como secretaria general del PSPV de la comarca de la Ribera Alta, para pasar después el turno a los aspirantes.
La candidatura de Marta Ortiz apareció de forma inesperada en ciertos sectores de la agrupación socialista ribereña, que pensaban que Peláez repetiría sin problemas al frente de la Mancomunitat porque consideraban que su gestión en los últimos cuatro años le avalaba. De hecho, se considera al exalcalde de Sumacàrcer uno de los presidentes más activos de la historia de la institución comarcal, sobre todo como fruto de una profesionalización de su cargo en los últimos años, obligado por las exigencias de una institución que obliga a viajar en numerosas ocasiones. Como ya avanzó este periódico el domingo, la Mancomunitat triplicó en la anterior legislatura su número de trabajadores, pasado de treinta a cien y amplió de forma significativa los servicios ofrecidos a los ayuntamientos y, por los tanto, a la ciudadanía.
Más músculo en el ente
En la anterior legislatura se creó la Oficina Comarcal de Vivienda, un referente para la conselleria que por ejemplo ha conseguido que, desde que existe, no haya desahucios en Alzira. Poblaciones de tamaño medio-grande en la Ribera como l'Alcúdia o Carlet se sumaron al proyecto de la Mancomunitat en los últimos cuatro años.
