La trigésima edición del Triatló Antella quiso recordar su historia pero acabó también convirtiéndose en historia. Casi en mayúscula. Las calles del municipio ribereño volvieron a llenarse hasta la bandera con miles de seguidores de una prueba combinada que es ya un clásico y que ofrece un ambiente sin igual en el territorio valenciano. Pudieron presenciar una edición con un nivel sublime en el que en hombres se vivió una emocionante igualdad entre los primeros clasificados mientras en mujeres una Saleta Castro estratosférica sobresalió para llevarse una victoria insultante, en una exhibición de facultades muy meritoria. Ramón Ejeda, del Tricanet de Berenguer se impuso en la modalidad masculina, tras una prueba en la que, según indicó, «fue de menos a más», saliendo del agua en las primeras posiciones y manteniéndose y controlando el trazado de bicicleta, para imponerse en el circuito de carrera a pie, punto fuerte de este triatleta.
Ejeda ha participado tres veces en Antella y siempre ha conseguido subir a podio. Triatleta madrileño afincado en Canet de Berenguer, cuenta con un gran palmarés, llegando a ser reserva olímpico e internacional con la selección española en la Copa del Mundo, entre otros muchos éxitos deportivos. A Ramón Ejeda le acompañaron en los escalones del éxito en segunda posición Alberto Romero y en tercera Fernando Santander (que al día siguiente fue segundo en el acuatlón de Nules). Ejeda llegó con 15 segundos de ventaja sobre Romero y 46 sobre Santander. Víctor Benages fue cuarto, Adrián García quinto, Francisco Ramírez sexto y Paco García (de Antella) séptimo.
En féminas, Saleta Castro dominó la prueba desde el inicio, saliendo con una gran ventaja del agua y manteniendo la primera posición para llegar a meta siete minutos antes que la segunda, Sandra Piera, y a diez minutos de la tercera clasificada, Sandra Grans. También Castro cuenta con una trayectoria muy meritoria que ayuda a entender el nivel de los concursantes en Antella. Es internacional como Ejeda pero ella está especializada en la larga distancia, de tal manera que recientemente se impuso en un Ironman (un nombre de competición que quizá, y gracias al potencial de las mujeres, debería ser revisado).
Clasificación por clubes
Por clubes se impusieron el Huracán, seguido del CEC Antella y el Duurs Castelló. El club antellense volvió a demostrar su potencial situando a muchos de sus representantes entre los primeros clasificados, en una cita en la que tomaron parte casi seiscientos deportistas. Joan Aliaga fue undécimo, mientras José Lluch acabó décimo tercero. Alberto Ibáñez también se situó entre los veinte primeros, mientras Paco Grau fue 22º y Daniel Ferragut 24º. Entre las féminas, las ribereñas más destacadas fueron Salut Borràs (del Algemesí), que acabó décima, Selene Cuenca (de Antella) 11.ª y Neus Lluch, que finalizó 13.ª.
