La suspensión del pleno ordinario de julio en el ayuntamiento de Carcaixent ha levantado ampollas tanto en la opinión pública como en los dos lados de la corporación municipal. Ayer fue la agrupación de Compromís, que preside el gobierno municipal, quien lanzó un comunicado en el que tachaba de «surrealista y absurda», en palabras del alcalde Paco Salom, la decisión del PP de presentar un recurso contra la celebración del pleno. Más aún cuando, según destaca Compromís, el regidor que no había sido notificado se encontraba presente en el pleno, lo que convirtió la decisión también en «una falta de respeto al público asistente», valora la coalición.

Tal y como explicaba Compromís en el comunicado que fue hecho público ayer, se decidió suspender la sesión y convocar el pleno de forma extraordinaria «para evitar problemas a posteriori». Además, la coalición asegura que del pleno del martes no se percibirán remuneraciones por asistencias. Según pudo saber este periódico, la legislación posibilita que el pleno extraordinario se celebre este mismo viernes, pero la intención del equipo de gobierno era convocarlo para la semana que viene.

Compromís denuncia que esta acción por parte del PP responde a una «estrategia» de buscar errores en los procedimientos «pasando por encima el trasfondo de los temas tratados». «Estos comportamientos tan solo consiguen distorsionar el funcionamiento de la política local, sin aportar nada a la ciudadanía», sentencian.