La renuncia por parte del alcalde de València, Joan Ribó, a la presidencia de la Junta de Desagüe del lago de l'Albufera ha soliviantado a los regantes, que se niegan a aceptarla por entender que hay una clara dejación de funciones. Como se recordará, hasta hace unas semanas esta competencia la tenía delegada el alcalde de València en Sergi Campillo, concejal de Devesa-Albufera.
La negativa del consistorio de la capital del Turia a presidir la Junta de Desagüe se produjo en el contexto de la crisis abierta por la advertencia de la Fiscalía de que se estaban incumpliendo los mínimos de agua establecidos por la Conselleria de Medio Ambiente. Sin olvidar, además, que hay abierta una investigación para dirimir posibles responsabilidades penales. Joan Ribó optó hace unos días por ceder la vicepresidencia del organismo al suecano José Pascual Fos Claver, posibilidad que se recoge en las ordenanzas de funcionamiento de la comunidad de regantes.
«Garantizar la independencia»
Sergi Campillo defendía que el consistorio quiere mantener una «total independencia» de la junta para abordar la mejor gestión posible de las compuertas del lago y las bombas de desagüe.
No obstante, el secretario de la misma, el presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, José Pascual Fortea, advierte de que «el malestar es más que evidente». «En la junta tuvimos conocimiento de esta medida prácticamente a través de la prensa y nosotros solo somos responsables de ciertas medidas concretas, ya que la propiedad del lago es del propio Ayuntamiento de València», señala Fortea. Para la Junta de Desagüe de l'Albufera, «los niveles existentes en la actualidad son los que ha podido conceder dentro de sus límites la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los regantes se han limitado a regular el suministro».
Paralelamente, la Junta de Desagüe alega que «el ayuntamiento no ha realizado los deberes y, en el caso de la renuncia de Joan Ribó, lo que debería hacer es delegar en algún miembro del consistorio y no lavarse las manos cómo están intentando en la actualidad, una actitud que parece bastante cobarde».
«Desidia total»
Los miembros de la Junta de Desagüe denuncian «la dejadez total, ya que las pocas actuaciones que se han realizado han sido en cumplimiento de una sentencia». Para Fortea, «es importante realizar todos los trabajos de mantenimiento para que el lago siga siendo lo que es en la actualidad y pueda recuperar sus mejores momentos». Ante la «desidia total» mostrada por el Ayuntamiento de València, la junta afirma que no quiere «hacerse cargo» de la vicepresidencia que les quiere otorgar Ribó, matizando que «la misma ha de ser responsabilidad del ayuntamiento, con lo cual debe de ser un concejal en quien delegue el alcalde».
La Junta de Desagüe de l'Albufera defiende que es la «responsable de los niveles de agua así como de los arreglos, guardas, y el mantenimiento de las golas con la necesidad de que el Ayuntamiento de València asuma su responsabilidad al cien por ciento».
