Lo recelos y las animadversiones personales mantienen a la izquierda de la Ribera Baixa incapaz de hacer valer sus éxitos electorales. En las poblaciones más importantes de la comarca, Sueca, Cullera o Almussafes, las relaciones entre dirigentes del PSPV y Compromís son tan tirantes que rebasan la mera rivalidad política para convertirse en un obstáculo que se presenta muchas veces como insalvable para alcanzar acuerdos de gobierno o marcar objetivos comunes. Esa desconfianza, basada en la mayoría de los casos en diferencias personales, ha minado la posibilidad de alcanzar pactos de progreso en Sueca o Favara y mantiene, a 24 horas vista de la segunda votación, bloqueada la formación del nuevo ejecutivo de la Mancomunitat comarcal

Incertidumbre. Esta es la palabra que define la situación en la que está actualmente las negociaciones para la elección del presidente o presidenta de la Mancomunidad de la Ribera Baixa que tendrá lugar esta misma tarde en la sede ubicada en Sueca. El pasado miércoles se pospuso la celebración de la asamblea ante la falta de acuerdo entre Esquerra Unida, Compromís y los socialistas. El PSPV, como partido más votado en la comarca, presentó como candidata a la presidencia a Davinia Calatayud, pero el acuerdo se frustró al promover el PSOE una moción en Favara que buscaba cambiar al candidato a la suplencia de Compromís por uno del PP. Las relaciones entre Compromís y el PSOE en Favara son explosivas, al igual que ocurre en Sueca.

Las negociaciones mantenidas por entre los partidos, en especial por el PSPV, con los miembros del colectivo local socialista de Favara para buscar una solución alternativa a la moción presentada allí por el PSOE local para perjudicar a los nacionalistas de Favara, no han fructificado hasta ahora. Todo parece indicar que no se ha llegado a ninguna conclusión ni a ningún acuerdo, por lo que la presidencia del ente comarcal sigue en el aire. Es posible que la elegida o el elegido no se conozca hasta minutos antes de celebrar la reunión prevista para la tarde de hoy.

Tanto Compromís como Izquierda Unida siguen a la espera de que se les convoque para intentar renegociar un posible acuerdo que otorgue la presidencia de la Mancomunidad al PSPV y luego reparta las vicepresidencias entre la izquierda y reserve el Consorci para EU. Hasta ayer no se descartaba la posibilidad de presentar un candidato alternativo. Para ambas formaciones políticas lo más importante sería «llegar a un acuerdo que dé la estabilidad a la Mancomunitat y permita establecer un consenso que lime las asperezas».

A la hora de redactar esta información, los socialistas estaban intentando buscar una solución que revierta la situación existente en Favara, aunque nada hacía presagiar cambios. En el supuesto caso de que pueda desbloquearse la situación, los socialistas deberán de ponerse en contacto rápidamente con el resto de formaciones de la izquierda para alcanzar un pacto definitivo. Esquerra Unida y Compromís esperan esa llamada. Hasta entonces, los recelos y las desconfianzas continuan dominando la izquierda.