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Residuos

Càrcer y Alcàntera impulsan un plan pionero de recogida selectiva "puerta a puerta"

Los camiones retirarán cada día, de lunes a viernes, dos tipos diferentes de residuos El nuevo sistema eliminará los contenedores de las calles

Càrcer y Alcàntera impulsan un plan pionero de recogida selectiva "puerta a puerta"

Antes de que el modo de vida moderno incrementase la producción de basura hasta niveles insostenibles, cada pueblo se hacía cargo de la suya. Un carro pasaba calle por calle a recoger los residuos que cada casa generaba. La Mancomunitat de la Vall de Càrcer busca ahora recuperar una metodología similar, pionera en la provincia de València, por la que los grandes contenedores desaparecerán de las calles. Para suplirlos, de lunes a viernes se efectuará una recogida selectiva de basura -cada día dos tipo de residuos- a las puertas de las casas de Alcàntera del Xúquer, Càrcer, Cotes y Sellent. Con esta nueva política, la Mancomunitat pretende facilitar la vida a sus vecinos y, al mismo tiempo, contribuir a reducir la huella ambiental de las basuras en el territorio.

Se trata de una actuación cuidada al milímetro que cuenta con un estudio de viabilidad ya completado como aval. Según explicó ayer Julio García, alcalde de Alcàntera del Xúquer y nombrado recientemente como nuevo presidente de la Mancomunitat, se han basado en los métodos que ya emplean en la localidad de Orba, en la comarca de la Marina Alta. Allí acudieron representantes del ente para entrevistarse con las autoridades municipales y comprobar de primera mano el funcionamiento del novedoso sistema. En Alcàntera del Xúquer, Càrcer, Cotes y Sellent se plasmará con una recogida diaria, que se efectuará alrededor de las nueve de la noche. Los camiones, de dos líneas, pueden recoger dos tipos de residuos a la vez. «Si hoy recogen cartón y vidrio, mañana orgánico y plásticos», ejemplificaba ayer García.

La intención es, según indicó el presidente de la Mancomunitat, recoger basura orgánica dos veces a la semana, y el resto que sean distintos tipos de residuos a reciclar. Estos restos serán vendidos a empresas especializadas, «como ya hacen en Cataluña o el País Vasco». El orgánico, por su parte, será convertido en compost, el abono obtenido a partir de residuos. Todo ello servirá para sufragar el servicio de recogida. «Está todo estudiado y recogido en el plan de viabilidad. Ya que nos lanzamos con un proyecto pionero de este calibre, queríamos tenerlo todo lo suficientemente cerrado», explicó sobre ello Julio García.

En Orba, el municipio alicantino en el que ya se ha implantado este método, los índices de satisfacción entre la ciudadanía superan el 80 %, según recogió el ayuntamiento en una encuesta. Julio García citaba los motivos que les apuntaron: «Tenemos una población envejecida. Tener que caminar 200 metros cargados con la basura puede ser un problema, por lo que dejarlo todo a la puerta de casa ya es un lujo. Además, hay que contar que con esta práctica contirbuimos al cuidado del medio ambiente». La Mancomunitat espera reproducir esa satisfacción ciudadana en la Vall de Càrcer. De momento, ya tienen el respaldo de Joan Piquer, director general de Canvi Climàtic i Calitat Ambiental, quien les felicitó efusivamente por la iniciativa. De él recibieron también el encargo de «tirar del carro» en esta materia y servir de ejemplo para otros municipios.

Concienciación ciudadana

La previsión de la Mancomunitat es implantar el servicio a partir del mes de febrero del año que viene. Antes se organizarán campañas informativas entre la ciudadanía que esperan alargar durante los próximos cuatro o cinco meses: «Es un sistema que necesita de la colaboración ciudadana, y hay que cambiarles el chip», apunta García. El nuevo sistema facilitará las cosas a los vecinos, pero supone un cambio radical respecto a las rutinas a que están acostumbrados; por ello, prefieren guardarse las espaldas y preparar a la ciudadanía con charlas de explicación y concienciación.

Por otro lado, el mismo servicio podrá brindar enseñanzas por él mismo. Tal y como explicó García, cada contenedor que se reparta en las casas contará con un chip informático, por lo que los empleados, en caso de no recoger alguno, podrán anotar la causa específica de cada caso. «Cuando el vecino llame para pedir explicaciones, el operario podrá indicarle cuál es el motivo concreto por el que no se le ha recogido la basura, para que no se vuelva a repetir», remató García. En los colegios de las localidades, por otra parte, también se efectuarán campañas especiales de concienciación, con la puesta en marcha de contenedores de compostaje con el que aprenderán esta práctica.

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