El caso del hombre de Montserrat al que acusaban de acosar a tres niños y de insultar y amenazar tanto a los menores como a sus madres se ha saldado finalmente con una condena por delitos leves de amenazas. Así lo decidió la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Picassent, quien consideró probado, según la sentencia a que ha tenido acceso este periódico, que el acusado insultó y amenazó a las denunciantes, María Victoria Giménez y Erika Valdearcos, y a sus hijas. No obstante, el hombre ha sido absuelto del delito leve de coacción del que se le acusaba por haber perseguido a los niños por el campo cuando volvían a casa desde la piscina municipal. La condena se queda en una orden de alejamiento a más de cincuenta metros durante cuatro meses y a una sanción económica por cada uno de los delitos de amenazas.

«Mi hija sigue encerrada»

La resolución del caso no ha supuesto para las niñas y sus familiares el alivio que esperaban, ni mucho menos. Como relató María Victoria, su hija, que sufrió un desmayo el día de los hechos, afronta ataques de ansiedad cuando acude a su casa, por lo que está pasando el verano en otra vivienda a las afueras de Montserrat.

«Al final lo que nos haga a nosotros, a los padres, no importa tanto... Pero la niña está asustada, se le está haciendo difícil vivir así», compara María Victoria, compungida por la situación que está pasando su hija. Los padres reclaman al ayuntamiento alguna acción al respecto de este hombre para acabar con unos comportamientos que, según temen a tenor de lo visto, proseguirán aun tras la condena.