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La ocupación en las casas rurales roza el 100 % entre abril y octubre

El turismo en el interior de la Ribera Baixa procede del centro de Europa y contrata por Internet

La temporada se alarga y la procedencia de los visitantes se expande. El turismo interior de la Ribera cuenta, cada vez, con mayor arraigo y éxito, consolidándose en los últimos lustros como una opción destacada en la programación de las vacaciones. Eso sí, cuenta con algunas claves importantes que deben ser entendidas para percibir el éxito. En primer lugar, la comarca ribereña es enorme y por lo tanto sus características, múltiples.

La zona con mayor demanda es la que se sitúa en la Ribera Baixa, en poblaciones como Favara, Polinyà de Xúquer, Corbera o Llaurí. En dicha zona se cobra más caro por las casas rurales pero no es óbice para que la demanda sea mayor. La clave se sitúa en la proximidad de la playa de Cullera o Sueca. Los visitantes obtienen la tranquilidad del «interior» pero cerca de la arena y el sol, multiplicando sus posibilidades turísticas. Es en esos pueblos en los que la temporada se alarga ya durante siete meses, de abril a octubre, con prácticamente el 100 % de ocupación. No hay días libres. Todo lleno. «En otros años hemos tenido algunos días libres entre semana pero este verano hemos visto como se ha llenado todo», explica Lambert Castelló, gerente de varias propiedades en la zona, por ejemplo la Casa Rural El Clavell situada en Corbera. Las propiedades de Castelló son de alta gama, con viviendas con todas las necesidades cubiertas. Y con precios muy competitivos que rondan los doscientos euros por noche. Algunas se van por encima de los 250 euros. Se alquilan a familias que obtienen así un espacio reservado para todos los miembros. Las reservas proceden sobre todo de Internet, con cerca del 80 % a través de portales como AirBnB, una aplicación que funciona como intermediación entre los turistas y los propietarios a cambio de una comisión. El resto responde casi siempre al contacto directo entre los ribereños y usuarios que otros años ocuparon las casas y que quieren repetir.

Pero claro, no todo es la Ribera Baixa y la proximidad con la playa. Más al interior se sitúan municipios como Antella o Sumacàrcer que también disponen de oferta turística rural a través de casas para el alquiler o albergues. Los parajes naturales alrededor del Xúquer permiten que esos dos municipios también logren niveles de ocupación altos, sin llegar, eso sí al 100 % entre abril y octubre. Más bien, los visitantes llegan en julio y agosto. Dos meses que concentran la actividad y que aportan visitantes que buscan la tranquilidad de los pueblos pero las múltiples posibilidades de un particular interior que ofrece lugares de baño pero también montañas por las que perderse o actividades deportivas con las que experimentar, caso de piragüismo, senderismo o ciclismo.

Diferentes procedencia

La procedencia también es diversa en los diferentes destinos. Mientras en la zona más próxima a la playa (los pueblos de la Ribera Baixa) los visitantes son mayoritariamente de países como Holanda, Bélgica o Francia, a los municipios del interior pleno como Sumacàrcer, Alzira o Antella acuden turistas españoles, principalmente procedentes de las grandes urbes como Madrid, Barcelona o València.

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