Treinta buzos de todas las edades participaron ayer en Cullera en una inmersión junto a una talla de la patrona de la ciudad, organizada por el Centro de Buceo Delfín que, con anterioridad, había rescatado del fondo marino la imagen de la Virgen para limpiarla tras haber pasado un año entero a 18 metros de profundidad. Antes de la inmersión, se celebró una misa en la parroquia de los Santos Juanes, en la que participaron de forma activa las camareras de la Mare de Déu del Castell. Los buzos depositan la imagen de la patrona sobre una losa decorada con cerámica valenciana con el castillo de Cullera y realizan un círculo bajo el agua de forma que, uno a uno, pasan a besarla y se despiden hasta la próxima inmersión en la zona. En el acto se suele recordar a los compañeros que por diversas causas ya no están, informa J. Gimeno.