El alcalde de Gavarda encara la tercera legislatura con las arcas municipales completamente saneadas y el nuevo objetivo de que este saneamiento se refleje en el día a día en la localidad.
¿Se marcan algún objetivo en su tercera legislatura al frente del consistorio de Gavarda?
Estos cuatro años deberían ser los más bonitos para nosotros. Hemos conseguido tapar el enorme agujero presupuestario que teníamos, y ahora el ayuntamiento tiene deuda cero. Queremos realizar una revisión catastral que nos permitirá poner en orden al municipio. Con estabilidad económica, los servicios básicos cubiertos y el nuevo Plan General a punto de cerrarse, estamos en disposición de dejar que la gente decida qué quiere para su pueblo: miraremos la agenda cultural, ampliaremos la programación festiva... Siguiendo con la buena praxis, nos quedarán ciertas cantidades para «fer poble».
Por sus características, Gavarda genera más costes que otras poblaciones similares...
Gavarda, en su momento, tomó una decisión equivocada. No voy a entrar a valorar si hubiera sido mejor quedarse, o subir al pueblo nuevo. Pero sí creo que fue un error partirnos. Para un pueblo de 1.000 habitantes, mantener tres núcleos de población es muy complicado, y ofrecer los servicios urbanísticos básicos, muy costoso. Es el principal problema que tenemos ahora mismo.
¿Cree que ese nuevo PGOU es la mejor solución para Gavarda, o están mirando alternativas?
A falta de contar con la autorización de la Generalitat, creemos que redistribuir el núcleo antiguo es la mejor solución, para reducir la «mancha» de este núcleo y dejar de mantener las viviendas que no están habitadas. Además, con este nuevo Plan General podríamos dotar de suelo industrial a Gavarda, que aún no tiene. Eso generaría trabajo, y ayudaría a la gente a no tener que irse.
