Las obras de la A-38, el desvío de la Nacional 332 a su paso por Cullera y Favara, siguen en marcha y lo hacen a un ritmo bueno, aunque no al esperado por los municipios de la Ribera Baixa. Actualmente se está construyendo un viaducto en la salida de Cullera en dirección a Favara que pasará por encima de la N-332, lo que eliminará el peligroso problema viario. De hecho, ya están prácticamente finalizados los taludes que, a ambos lados, soportarán dicho paso elevado.
El principal obstáculo que ha encontrado la obra es de tipo político. Los Presupuestos Generales del Estado que se presentaron para el año 2019 contaban con una partida de alrededor de 29.000.000 de euros, entre los cuales habría una candidad destinada a finalizar la construcción. Pero las cuentas no se aprobaron y se prorrogaron las de 2018, lo que ha supuesto un pequeño recorte en las cantidades previstas para su conclusión. De hecho, en estos momentos, los consistorios de Cullera y Favara, los principales afectados, desconocen la cantidad que se destinará para garantizar la continuidad del proyecto viario.
En manos de Ábalos
El Ayuntamiento de Cullera, por su parte, también se pronunció al respecto al exigir al Ministerio de Fomento que se aceleren los trámites y los trabajos para finalizar el desvío entre Cullera y Favara. «Se tiene el compromiso del ministro José Luis Ábalos de que los nuevos presupuestos que pueda presentar el PSOE, en caso de volver al Gobierno, contarán de nuevo con la partida necesaria para poder acabar con estas obras tan importantes para la Ribera Baixa», aseguraron fuentes municipales.
Hay que recordar que las obras se retomaron en el 2015 y poco a poco han avanzado en los últimos años, aunque todavía no hay una fecha para su conclusión. En el momento en el que ésta se conozca, seguro que los vecinos de Favara la marcarán, entre cansados e ilusionados, en sus calendarios.
