El Ayuntamiento de Cullera agilizará los trámites para retirar en el menor tiempo posible las cañas y toda la suciedad que se acumula en las playas del sur de la localidad tras la última gota fría. El alcalde, Jordi Mayor, anunció ayer que el consistorio procederá a la limpieza con sus propios recursos económicos al margen de que se reciban ayudas de las Administraciones superiores.

El fin es que la operación se agilice al máximo y las playas del Marenyet, l'Estany y el Brosquil vuelvan a la normalidad «cuanto antes».

«No vamos a permitir que las cañas y todos los residuos se acumulen durante semanas e incluso meses», manifestó ayer la máxima autoridad local. El primer edil cullerense se mostró convencido de que las Administraciones implicadas en la gestión de la cuenca del río mostrarán su «sensibilidad con la problemática que tenemos en nuestro municipio cada vez que padecemos una gota fría».

Mayor adujo que se trata además de evitar un problema ambiental y molestias a los vecinos y usuarios de las playas. Y es que el Xúquer ha arrastrado, además de vegetación, animales muertos, montañas de plásticos y enseres de todo tipo que han ido a parar al fondo del mar o a la orilla. La actuación supondrá un coste económico que deberán soportar inicialmente las arcas municipales. «A estas alturas del año y con el presupuesto en un avanzado estado de ejecución, supone un enorme esfuerzo», expresó Mayor.

Pese a la complejidad del problema, desde el equipo de gobierno, dijo, se pretende trabajar «conjuntamente con la Confederación Hidrográfica del Júcar y el resto de ayuntamientos para encontrar soluciones que minimicen este impacto de las gotas frías en nuestras playas». El alcalde recordó que estos fenómenos tienen además una dimensión económica importante en localidades turísticas como Cullera. El hecho de que la gota fría haya llegado en la primera quincena de septiembre afecta de forma directa al sector turístico ya que este mes sigue siendo bueno para ir a las playas cullerenses.