Los motores están más cerca de volver a rugir en el circuito de Guadassuar. Al menos así lo cree el gerente del complejo, Pascal Hidalgo, tras iniciarse las obras que retirarán la línea de media tensión que cruza las instalaciones. Tras ellas espera que el ayuntamiento le permita reabrir la infraestructura deportiva, que se cerró el pasado mes de abril. Con todo, el consistorio se mostrabaya ayer prudente y emplaza la licencia de apertura a la correspondiente inspección técnica.
«Ya se está retirando la línea de alta tensión, que fue el motivo de cierre, al menos la notifación así lo hacía reflejar», explicó Hidalgo, que añadió a continuación: «así que esperamos que ya no haya ningún problema». Con todo, el gerente del Circuit de la Ribera defendió que las obras que se llevan a cabo durante estos días en las instalaciones no estaban en sus manos: «Siempre ha sido un problema ajeno a nosotros. La compañía eléctrica ha tardado mucho más de lo que nos imaginábamos, ya que se dio aviso y se realizó el pago correspendiente hace más de cuatro años».
«No era un peligro»
Asimismo, Hidalgo subrayó que la nueva línea que se instaló ya rodeaba el circuito desde el principio por lo que «la vieja no era un peligro». Con todo, reconoció que el ayuntamiento «tenía razón» al señalar esa irregularidad, «aunque el cierre fue un tanto desproporcionado». «Si nos hubiesen dicho que lo quitásemos y nos hubiesen puesto un plazo razonable, ya habríamos removido cielo y tierra, como hemos hecho ahora, para agilizar las obras», añadió a continuación el gerente del circuito.
Aunque los técnicos también apuntaron en su momento otras deficiencias en el circuito, Hidalgo le restó importancia: «Hemos hablado con nuestros abogados y nos insisten en que el principal problema era la línea, que no cometenemos más irregularidades aunque sí nos hacían un par de anotaciones». No obstante, mostró un talante menos beligerante que en el pasado y se puso en manos de los técnicos: «Nosotros queremos reabrir, así que si el ayuntamiento nos dice que tenemos que hacer alguna modificación más, la haremos. Vamos a acatar todo lo que nos diga».
Sin rencores
En ese sentido, Hidalgo se mostró partidario de hacer borrón y cuenta nueva. Incluso, descartó emprender nuevas acciones legales contra el ayuntamiento: «Es cierto que pensamos en reclamar al ayuntamiento porque estábamos muy frustrados, pero creo que lo dejaremos pasar. No queremos rencores. Francamente, espero que tengamos una buena relación a partir de ahora. Tenemos que convivir, como mínimo, durante treinta años y el ayuntamiento tiene que saber que esta infraestructura puede ser muy beneficiosa para todos. Estamos dispuestos a colaborar con ellos en lo que haga falta y, de hecho, tenemos en mente realizar proyectos sociales en el futuro».
Por su parte, el consistorio se limitó a subrayar que en el momento en el que el empresario notifique que ha subsanado las irregularidades, los técnicos deberán realizar el informe correspondiente para comprobar que se encuentra dentro de la normativa vigente. Asimismo, siempre ha defendido que el cierre del circuito se produjo por motivos técnicos y que nunca hubieron criterios políticos o personales de por medio.
