El eterno debate. ¿Las pintadas en espacios públicos (o privados) pueden ser arte? Sí. ¿Todas deben ser reconocidas como tal? No. ¿Se debe proteger la pintada contra la OTAN ubicada en el Pont de Xàtiva desde hace décadas? Los ecologistas de La Ribera en Bici creen que sí, pero el Ayuntamiento de Alzira no está por la labor, aunque sí pretende que ésta permanezca en la memoria colectiva.

El consistorio ya trabaja en la renovación del Pont de Xàtiva, uno de los accesos a la ciudad que, por otra parte, siempre ha destacado por su nivel de deterioro. El artista callejero Álvaro Javier Riquelme dotará al puente de una nueva imagen durante las próximas. Sobre un fondo blanco resaltará un mural en el que se pueda leer el nombre de Alzira por ambos lados, con referencias al medio ambiente y la naturaleza.

La idea, no obstante, no ha agradado del todo al grupo ecologista. «Nos parece bien que tengamos una entrada más bonita y sugerente, porque está medio abandonada y llena de desechos. Lo que no nos parece nada acertado es que se tape la paloma de la paz, como la de Picasso, que se encuentra al lado izquierdo viniendo desde Carcaixent. Se trata un mensaje pacifista que todavía resulta actual y que se pintó durante la campaña anti-OTAN», argumentó el colectivo.

Por su parte, el concejal de Cultura, Alfred Aranda, subrayó que el consistorio «en ningún momento ha querido olvidar el rótulo 'OTAN NO' ni la paloma de la paz». «Compromís está, como vosotros, por la paz y las libertades de los pueblos», añadió.

Un nuevo mural por la paz

El edil también explicó que el proyecto «tiene como elemento central el nombre de Alzira y todos los elementos decorativos giran alrededor del río Xúquer, fauna y flora con una finalidad estética». Asimismo, incidió en que el consistorio, «después de estudios, reflexiones y discusiones, ha decidido que no se ajusta al proyecto el hecho de poner 'OTAN NO ALZIRA' en este acceso». Por último, detalló que la paloma no desaparecería del todo: «Por su ubicación, no afecta al texto con el nombre de la ciudad. Álvaro incluirá una versión de la paloma de la paz en el lugar en el que se encuentra, aunque adaptada al diseño», aseguró el concejal.

El ayuntamiento ya explicó hace varios días que su intención es la de recordar el hecho con fotografías y un panel informativo, solución que tampoco agrada a los activistas. Dando un paso más allá, el consistorio también se plantea la posibilidad de ceder un espacio para que se realice un mural por la paz en el que se incluya la expresión.

Por último, el concejal pidió comprensión al colectivo y que se deje trabajar al artista: «Hay que entender que no se trata de una propiedad privada en la que uno pueda tener lo que quiere. Además, si esa pintada hubiese estado en otro lugar, seguro que se habría borrado o se habría hecho otra encima,no creo que se tenga que politizar el asunto. Hablamos de un proyecto que pretende dar luz y alegría a este acceso de la ciudad. Así que, respetemos el trabajo encargado y que no se creen interferencias al artista».