El desbordamiento del río Albaida como consecuencia de las lluvias torrenciales registradas en la cuenca del Cànyoles en el último episodio de gota fría causó en la Ribera unos daños visibles desde el primer momento y otros que no se han podido constatar hasta días después. La crecida dejó completamente anegado de cañas el tramo subterráneo de la Real Acequia de Carcaixent que a lo largo de kilómetro y medio discurre por Villanueva de Castellón, ha roto todos los respiraderos de esta canalización -«han saltado hacia arriba», relataron fuentes de la junta de gobierno-, así como una compuerta del aliviadero diseñado para desaguar en caso de una crecida aguas arriba del Xúquer, aunque en esta ocasión la fuerza del agua presionaba en el sentido contrario. Por otra parte, el balance de daños también contempla la caída de alrededor de 50 metros de un muro de esta canalización a la altura del polideportivo de Villanueva de Castellón.

El secretario de la Real Acequia de Carcaixent, José Tornero, detalló que la presión combinada de las cañas, el agua e incluso el peso de algún árbol derribado por la fuerza de la corriente hundió la reja que cubría uno de los respiraderos ubicados junto al cajero del Albaida, lo que propició que entrara todo tipo de arrastres en el tramo subterráneo. «Tenemos un kilómetro y medio lleno de cañas, árboles, bidones e incluso bloques de cemento. En algunos sitios hay 50 centímetros, pero hay otros en que las cañas alcanzan el metro de altura», comentó, mientras explicaba que, tras barajar varias alternativas para acometer la limpieza, se ha optado por introducir una desbrozadora para triturar en la medida que sea posible las cañas acumuladas.

Tornero señaló que el tramo subterráneo de la Real Acequia de Carcaixent se construyó de nuevo después de las inundaciones de 1982 y comentó que, por los testimonios recogidos, desde entonces no se había producido una situación similar. El secretario de la entidad comentó que la acequia cruza a través de un sifón por debajo del río Albaida y continúa en paralelo al cauce de este afluente del Xúquer en dirección a Carcaixent por un tramo subterráneo de un kilómetro y medio que sale a la luz por el polideportivo de Villanueva de Castellón.

José Tornero explicó que se había planteado en un primer momento soltar agua para propiciar un arrastre de cañas, aunque algunos expertos consultados han alertado de que se puede provocar «un desastre mayor» en el tramo subterráneo, y que también se había comentado la posibilidad de introducir una pala de pequeñas dimensiones para eliminar el tapón. Finalmente, y ante la «necesidad» de restablecer el servicio cuanto antes, se ha optado por la trituración con la perspectiva de extraer los restos con maquinaria y, en última instancia, soltar agua por la acequia para completar la limpieza.

«Nos asusta el coste que puede suponer, pero tenemos que restablecer el servicio cuanto antes porque si viene un octubre seco igual necesitamos hacer un riego de emergencia», comentó el portavoz de la junta de gobierno de la Real Acequia de Carcaixent, quien señaló que la factura de la limpieza será previsiblemente el daño de mayor cuentía que la riada ha ocasionado a la comunidad.