El Ayuntamiento de Alzira dio ayer una nueva muestra de su rechazo a que se mantenga por mucho más tiempo la estructura inacabada del Centro Comercial Vilella. En esta ocasión fue el alcalde de la ciudad, Diego Gómez, quien apremió a retirar el enorme esqueleto de hormigón: «El fantasma del centro comercial de Vilella no puede quedarse ahí para siempre», manifestó con rotundidad.
Levante-EMV adelantó ayer en exclusiva que el gobierno municipal ha decidido tramitar la inscripción del inmueble en el Registro Municipal de Solares y Edificios a Rehabilitar, un procedimiento que abre la puerta a la expropiación o venta forzosa en subasta pública si el titular, actualmente la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), no ofrece una alternativa que puede pasar por finalizar las obras o, en su caso, por la demolición de la estructura inacabada.
Fuentes de la Sareb evitaron ayer pronunciarse hasta conocer los términos de la resolución que, según indicaron, todavía no se les ha notificado. «En función del contenido se tomará la decisión que corresponda», indicaron desde el «banco malo», mientras señalaban que la estructura del centro comercial sigue en venta y no hay sobre la mesa ningún otro proyecto que no sea el inicial que, por otra parte, lleva más de una década paralizado.
El consistorio no quiere que se mantenga una estructura que simboliza uno de los grandes proyectos inacabados de una época en la que el urbanismo más agresivo estaba a la orden del día. La crisis se llevó por delante el ambicioso proyecto de un gran centro comercial que debía generar cientos de empleos. «El ayuntamiento trabaja por dignificar y renovar la imagen de esta zona, ya sea el barrio de Sant Judes como el acceso a través de Carcaixent, y esa estructura no casa con ese espíritu. Han pasado muchos años y ahí no se ha hecho nada. Así que el propietario, en este caso la Sareb, tiene que responder si piensa retomar el proyecto o si, por el contrario, lo tumba y recupera el entorno tal y como estaba», argumentó el alcalde de Alzira.
Expropiación o venta forzosa
El ayuntamiento otorgará a la Sareb un mes de plazo para que se pronuncie sobre la inscripción del centro comercial en este registro municipal de solares y, si finalmente se formaliza, se activará el denominado régimen de edificación forzosa que legitima a cualquier persona física o jurídica a promover un programa de actuación aislada encaminado a completar la edificación, lo que derivaría en una expropiación del inmueble, si bien en ausencia de alternativas técnicas aceptables para su ejecución la legislación urbanística también contempla que el bien «podrá ser objeto de venta forzosa en subasta pública» con el compromiso firme de aquel que lo adquiera de iniciar las obras en el plazo de un año.
