El calendario festivo echaba humo el pasado fin de semana en Alzira, especialmente en la tardenoche del viernes, sin que la pólvora o el fuego fueran los protagonistas. La concentración de actos organizados por diferentes entidades en una misma franja horaria se convirtió en la práctica en una auténtica contraprogramación. Las autoridades tuvieron que correr de un extremo a otro de la ciudad para llegar al menos a un par de actos. «Hay que buscar la fórmula porque no tiene sentido que se solapen, sobre todo cuando son actos importantes», admitió ayer el concejal de Fiestas, Xavi Pérez.
La «baixada» de la imagen de la Mare de Déu del Lluch desde el santuario de la Muntanyeta a la ciudad marcaba el inicio de las fiestas en honor a la patrona que vivirán el próximo domingo su día grande. No obstante, casi a la misma hora, la Junta Local Fallera había programado el «nomenament» oficial de la fallera mayor de 2020, Alba Carrió. Se trata de un acto más íntimo que se suele celebrar en el domicilio familiar, aunque reúne a una nutrida representación de la JLF, amigos, familiares y también se invita a las autoridades municipales. Por si fuera poco, la Associació Cultural Fallers pel Món había convocado para esa misma noche en el Gran Teatro de Alzira la gala de presentación de los representantes del colectivo para el nuevo año, un acto que se aprovecha para revelar la ciudad a la que el próximo año se exportará la fiesta fallera. Si bien es cierto que se trata de una asociación originaria de Carcaixent que excede incluso del ámbito comarcal, cuenta entre sus seguidores con numerosos falleros de Alzira.
«El alcalde y el concejal de Fiestas vinieron a la bajada de la Virgen y, al pie del calvario, se tuvieron que ir», comentó ayer el presidente de la Real Cofradía de Nuestra Señora del Lluch, Javier Andújar, que también se mostró partidario de buscar una mayor coordinación entre todas las entidades para evitar la coincidencia de actos. «No me sienta mal, está claro que hay actividades que se pueden solapar, pero tantas cosas no. Yo, como representante de la cofradía de la patrona, quiero ir a todos los actos a los que me inviten y creo que tengo el deber de ir, pero también quiero que vengan a los que nosotros celebramos, aunque a veces resulta imposible», comentó Andújar, mientras recordaba que ha habido fines de semana con una concentración de actos mientras que «el sábado 14 de septiembre no había nada». «Nos deberíamos sentar todas las entidades festivas, religiosas... hablarlo, reflexionar y, con un poco de previsión, se puede distribuir mejor», incidió.
El calendario festivo del sábado pasado hacía coincidir el «nomenament» de la fallera mayor infantil de Alzira con el pregón de las fiestas de moros y cristianos. Apenas quince días ante había coincidido el acto de exaltación de las damas de la Mare de Déu con el Mig Any Faller que organiza el ayuntamiento y, de cara al próximo sábado, el traslado de la «vespra» que lleva la imagen de la patrona de la parroquia del Lluch a la de Santa Catalina coincidirá con la nueva edición de «Art al Carrer», si bien Andújar destaca que en este caso no hay problema. « Hay actividades que se pueden solapar porque todos queremos gente en la calle, que haya ambiente», comenta el presidente de la cofradía.
