La inspección sanitaria ha amargado la Semana Taurina a la empresa que explota el Casino de Algemesí. Este céntrico establecimiento, que suele presentar una gran concurrencia en estas jornadas festivas, se encontró el viernes por la mañana con una orden de cierre temporal cuando tenía más de mil reservas para el fin de semana, según detalla el comunicado oficial que la dirección colgó en la puerta para ofrecer una explicación a los clientes que se dirigían al establecimiento y se lo encontraban cerrado.

La gerencia expone en su escrito que, en una inspección reciente, los técnicos de Salud Pública realizaron varios reparos «leves» como la acreditación de formación del personal, falta de papel para secar las manos en un dispensador o el uso distinto al previsto en una cámara refrigeradora que, según subraya, «durante los últimos días habían sido subsanados». La dirección incide en que otro de los aspectos que pone de manifiesto la inspección sanitaria es que sólo podría atender a 40 comensales -al parecer en base al tamaño y condiciones de la cocina, según apuntan algunas fuentes- «pese a que el aforo del local, que es propiedad del ayuntamiento, es de 240 personas y sobre este aforo se dispone de la preceptiva licencia de apertura y funcionamiento», señala. Cabe señalar que la empresa obtuvo esta licencia hace once años y, desde entonces, ha mantenido la concesión municipal.

«La gerencia del Casino quiere dejar absolutamente claro que el cierre no se ha realizado como consecuencia de ningún reparo sobre los alimentos o la seguridad sanitaria de los consumidores», señala el comunicado en el que la dirección también expresa su absoluta tranquilidad «por la calidad de los productos que siempre ha ofrecido y continúa ofreciendo a los clientes». «La inspección realizada hoy -por el viernes-, sin haber comprobado la subsanación de reparos, ha ordenado el cierre del local hasta que el martes vuelva el inspector y entonces sí se compruebe el cumplimiento de toda la normativa y se pueda volver a abrir con normalidad», expone el aviso realizado por la empresa.

La dirección lamenta las molestias ocasionadas a las más de mil personas que habían realizado su reserva y que la orden de cierre temporal se haya realizado «un viernes clave en la vida económica del municipio, impidiendo la capacidad de defensa del establemiento y perjudicando gravemente los intereses de la empresa, del personal que en ella trabaja y de los clientes que tenían su intención de usar este establecimiento público.