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Polémica

La inundación y el colapso de la carretera de Albalat chocan con el enlace a la AP-7

El alcalde de Alzira admite que debería reformarse el vial a partir de la rotonda de la Guitarra - También deberá canalizarse el barranco de la Murta, que anega la calzada

La inundación y el colapso de la carretera de Albalat chocan con el enlace a la AP-7

La ansiada conexión de Alzira con la AP-7 es, en estos momentos, una quimera. Aunque la liberación de autopista está cerca y el reivindicado acceso parece una necesidadad en busca de una salida rápida para el polígono industrial, la realidad dibuja un futuro incierto. Pese a ser la solución idónea para la Asociación Empresarial, su trazado podría suponer un problema añadido ya que, para evitar el colapso requeriría una inversión considerable. La Carretera de Albalat es hoy uno de los puntos negros del tráfico local. Los embotellamientos son frecuentes y también se inunda a menudo.

La Rotonda de les Fulles sufre congestiones en las horas punta prácticamente a diario. En los momentos más conflictivos, coincidiendo con los horarios de entrada y salida del trabajo, la conducción se hace casi impracticable en las inmediaciones de la zona comercial. La denostada rotonda recibe más tráfico del que puede digerir ya que conecta el área industrial con el núcleo urbano pero también da acceso a Algemesí y, lo que es más importante, a la A-7. Los atascos se han convertido en norma habitual.

En el caso de convertirse en el reivindicado acceso a la autopista, el área industrial de la Carretera de Albalat acogería buena parte del tráfico, especialmente el pesado, en la dirección contraria, es decir, hacia el norte en busca de la AP-7. Si bien es cierto que esa condición ayudaría a desatascar los problemas circulatorios anteriormente mencionados, las infraestructuras actuales difícilmente serían las más adecuada para soportar el incremento de vehículos que registraría el vial.

Y esa es una cuestión que al ayuntamiento no se le escapa. «Depende del proyecto que se llevase a cabo para conectar Alzira con la Autopista del Mediterráneo, serían necesarias unas intervenciones u otras», reconoció el alcalde de la capital ribereña, Diego Gómez, que prosiguió: «Por el momento, ya se ha adecentado la parte de la Carretera de Albalat hasta la conocida como rotonda de la Guitarra. Si la conexión se lleva a cabo, que es lo que todos esperamos, se tendrían que realizar más inversiones para mejorar la travesía a partir de ese punto».

Esa es una cuestión que salta a la vista. Este diario ya se hico eco en el pasado de las condiciones que sufren algunos de los caminos de esta zona industrial, en la que convergen empresas de primer nivel con viales altamente degradados.

Estrechez

Otro punto importante está relacionado con el Barranc de la Murta. Éste sufre un estrechamiento progresivo en su curso bajo hasta que se estampa contra la carretera de Albalat. En ese punto desaparece y las aguas se canalizan tras realizar un giro de 90º hacia el Barranc del Duc o del Rei, una escorrentía mucho más estrecha que las conduce hacia els Tolls de Polinyà que, al igual que la CV-505, sufre con frecuencia inundaciones. El plan contra avenidas del Xúquer diseñó en su momento una ampliación del Barranc del Duc que no se ha llegado a ejecutar. De modo que cada vez que la ciudad registra precipitaciones de cierta intensidad es una de las vías que siempre se corta. «Cualquier proyecto para conectar Alzira con la AP-7 debería incluir un estudio sobre el Barranc de la Murta. Se trata de un problema al que se le tiene que encontrar una solución. No tendría sentido que la carretera que sirviera para acceder a la autopista sea una vía que se corta cada vez que llueve», comentó al respecto el alcalde. Al igual que ocurre con el caso de la conexión de Carcaixent con la A-7, Gómez insistió en que las intervenciones tendrían que ser «mínimamente invasivas» para el territorio.

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