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Estadística

Un 62 % de los incendios del verano son intencionados o por negligencia

La superficie forestal afectada se mantiene en mínimos al arder nueve hectáreas entre junio y agosto ? Sólo un fuego tuvo su origen en un rayo - La mayoría de percances no pasan de conatos

La Ribera ha dejado atrás un verano bastante tranquilo por lo que a incendios forestales respecta. La superficie afectada se ha incrementado en comparación con el año anterior, aunque se mantiene en mínimos prácticamente históricos, ya que no se ha registrado ningún incendio de consideración entre los meses de junio y agosto, período en el que el Servicio de Prevención de Incendios Forestales del gobierno valenciano computa únicamente trece fuegos de los que, en base al argot que utilizan los técnicos, once tendrían únicamente la consideración de conato ya que la superficie afectada es inferior a una hectárea.

En conjunto, estos incendios afectaron a 9,070 hectáreas, una superficie que casi triplica el terreno forestal que ardió el año anterior, cuando la campaña se mantuvo en niveles mínimos de afección. La estadística de la conselleria computó entre junio y agosto de 2018 catorce pequeños conatos con un supeficie afectada de 3,5 hectáreas. La cifra de este año es similar a la de 2017, cuando se cerró el trimestre teóricamente más peligroso con diez hectáreas afectadas, aunque en septiembre se registró el peor incendio del verano, localizado en Rafelguaraf, en el que ardieron 28,5 hectáreas. Las cifras de 2016 reflejan el desastre sufrido en las montañas de Carcaixent con 2.244 hectáreas afectadas.

La estadística oficial, no obstante, revela que casi el 40 % de los fuegos registrados en la Ribera el pasado verano fueron intencionados -entre ellos, los dos más graves-, mientras un 23 % tuvo su origen en una negligencia. El factor humano estuvo por tanto detrás de algo más del 60 % de los incendios, si bien la cifra podría ser incluso mayor ya que la Conselleria de Agricultura y Emergencia Climática clasifica un 30,7 % en el apartado de causa desconocida o en investigación, mientras que únicamente un incendio, el registrado en la Cañada del Navarro de Turís el pasado 21 de agosto, se originó por causas naturales, en este caso, un rayo.

El mes de julio, declarado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como muy cálido en el conjunto de la Comunitat Valenciana, fue el más conflictivo en la Ribera al registrar siete fuegos, una tercera parte de los que la conselleria contabiliza en el conjunto de la provincia, y entre ellos el más grave del verano por la extensión afectada.

Se trata del incendio registrado el 25 de julio en el entorno de la Font del Perelló y el Parc de les Delícies de Rafelguaraf, en el que ardieron 5,5 hectáreas y que, a la postre, fue también el más grave de los registrados ese mes en la provincia de València. También en julio se produjo una sucesión de conatos que mantuvo en vilo a los municipios del valle de Càrcer, si bien en muchos casos se trataba de campos de cultivo abandonados. La estadística de la conselleria computa en esta zona tres pequeños incendios forestales en un corto período de tiempo, apenas un par de semanas, dos localizados en Càrcer y uno en Alcàntera.

Algemesí registró el segundo incendio más grave del verano en base a la superficie afectada, aunque tampoco demasiado dañino ya que ardieron 2,9 hectáreas. Se produjo el 16 de agosto en la Fentina y, al igual que el ocurrido en Rafelguaraf, aparece en la relación de incendios intencionados.

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