La indignación entre los usuarios de Renfe es una constante que se mantiene en el tiempo ya que las deficiencias del servicio de ferrocarril están todavía lejos de solventarse. Las múltiples averías se traducen en trenes saturados, incomodidad, retrasos y la sensación en los usuarios de que sus pagos no repercuten, a posteriori, en mejoras para las distintas líneas de cercanías.
La falta de espacio provocada por la gran cantidad de personas que cogen un tren tras haber perdido otro o incluso dos es una de las cuestiones que más lamentan los usuarios. «¿Se ha planteado Renfe poner más trenes en hora punta? Ir de pie no supone un problema, lo es el hecho de que no podemos ni movernos de tanta gente que hay. No hay asientos desde antes de Algemesí», comentaba al respecto Sandra, usuaria de la red de Cercanías, que añadió a continuación: «Es incomprensible que la gente de tres trenes tenga que ir en uno. Si no hay suficientes recursos, que no ofrezcan esos horarios. Tenemos que ir dos trenes antes del normal para poder llegar a los sitios. Las personas pagamos por un servicio que no es nada barato».
«Renfe no tiene suficiente recursos, pero nosotros no tenemos suficientes excusas en el trabajo para justificar tantas impuntualidades», reflexionaba Neus, también usuaria habitual de los trenes de Renfe.
También se mostraba molesto Ximo, usuario del Cercanías: «Se junta gente de tres trenes distintos. Los usuarios estamos cabreados porque hemos cogido un tren que en teoría llega a las 7,36 horas a València y lo ha hecho a las 8,24 horas. Al menos hemos llegado, no como esa gente que se ha quedado en los andenes de Sueca o Cullera porque no cabía».
