Para vivir y valorar el presente es importante mirar al pasado. Las fotografias suelen ser un fiel reflejo del paso del tiempo. Gracias a los testimonios gráficos, las nuevas generaciones descubren un ayer que no debe ser ajeno porque el paso del tiempo muchas veces se convierte en pesada losa que ofrece testimonio de una transformación social, arquitectónica o paisajística que invita a reflexionar qué hemos hecho.

A través de las imágenes de color sepia muchos descubren cómo era una sociedad que unos añoran y otros desprecian. Los más las aprovechan con el ánimo de conservar y recuperar las joyas del patrimonio histórico que con el paso del tiempo se han degradado. Las fotos simbolizan la huella identitaria de un pueblo.

Cullera ya dispone de esa memoria gráfica y la ha convertido en una valiosa herramienta. El ayuntamiento, la Asociación Cultural la Penyeta y la Asociación Fotográfica Xúquer (AFX) han editado el libro «Cullera, ara i adés», un impactante volumen de fotografías antiguas y actuales que reflejan con toda nitidez el cambio. El volumen recoge el trabajo recopilatorio de más de tres años llevado a cabo por las dos asociaciones fotográficas locales.

El libro transmite sensaciones del pasado para compararlas con un presente muy cambiado. Esos paisaje idílicos de una Cullera rural de playas vírgenes y atardeceres apacibles se han transformado en un monocultivo de grandes edificios de apartamentos que aportan riqueza al municipio pero que amenazan con borrar una orografía privilegiada.

El paraíso que fue

Una aportación histórica. La obra es una aportación a la bibliografía municipal que pretende preservar la memoria histórica a través de la fotografía y reflexionar sobre la evolución del municipio. No es solo un recorrido que se limita a acumular imágenes del pasado; contextualiza los espacios o costumbres y confronta la Cullera de las primeras décadas del siglo XX con la más contemporánea. El lector puede hacer un paseo visual y formarse una idea muy precisa de los cambios que han ocurrido en el tejido urbanístico, en los paisajes rurales, marítimos y fluviales de la ciudad y su entorno, así como del patrimonio histórico y el paisanaje cullerense.

Mostrar el cambio. La base del trabajo ha sido la selección de las instantáneas antiguas de La Penyeta. A partir de ellas, los fotógrafos de la Associació Fotogràfica Xúquer han captado espacios o momentos parecidos en la actualidad. Una tarea compleja que no siempre ha resultado fácil de conseguir y que, además, ha ido acompañada de una investigación paralela.

No volver a cometer errores. El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, cree que la obra «sirve para preservar la memoria colectiva y para reflexionar sobre si se hubiera podido actuar de otra forma para evitar la pérdida de patrimonio o la construcción desmesurada». La compilación fotográfica, según la primera autoridad municipal, permitirá preservar la identidad de Cullera y seguir avanzando hacia unos valores de progreso que fomentan la sostenibilidad, el respeto al entorno, a las tradiciones y a la herencia histórica.

Las cicatrices que deja el hombre.El libro está repleto de sentimientos, contrastes y paisajes que muestran las heridas causadas por la mano del hombre. También viene a demostrar cómo ha cambiado la fotografía a lo largo de los años. Los miembros de la asociación Cultural La Penyeta y los de AFX han podido recorrer los mismos pasos que aquellos fotógrafos del siglo XX que plasmaron la gran transformación de Cullera.