La Muixeranga es valenciana y los 'castells' catalanes. Sin embargo, en un mundo globalizado y donde la teoría dice que deben desaparecer las fronteras, una asociación de Muixeranga se erige entre las 'colles' de 'castellers' en la Ciudad Condal. Es la Muixeranga de Barcelona, la primera fuera de la C. Valenciana que reivindica la tradición y cultura popular más allá de de sus límites geográficos.

Su presidente y uno de sus fundadores, Xavier Badenes, es de Castelló y cuando hace 18 años llegó a Barcelona, sus contactos con el 'ball dels valencians' habían sido fortuitos. Reconoce que tenía amigos en la reputada Muixeranga Conlloga de Castelló, pero nada más que eso. Sin embargo, fue llegar a Barcelona y a través de la Casa Valencia en la ciudad, Badenes y otros conocidos plantearon comenzar a practicar esta destreza. Fueron la primera Muixeranga que nació fuera de la C. Valenciana.

«Empezamos un grupo de amigos de manera informal, pero desde hace dos años nos constituimos como asociación», explica el presidente. Al principio eran diez, pero el boca-oído, la relación entre asociaciones y que cada miembro llevara a sus conocidos les llevó a registrarse como asociación hace dos año y hoy ya cuentan con medio centenar de socios. Entre ellos también hay «'xicalla'», que habitualmente coronan las figuras, mientras el resto de miembros van desde los 18 hasta los 50 años.

Y no. No todos son valencianos. Badenes incide en que el origen de los 'muixeranguers' es diverso y muestra de ello, es un mapa que han realizado marcando la procedencia de cada uno de ellos. Desde La Plata, en Argentina, pasando por Baracaldo, Almuñecar o Girona. También hay socios de Corbera, Sueca, Xàtiva o Algemesí, la cuna del 'ball dels valencians'.

Con esa fórmula se conoce históricamente a la Muixeranga fuera de la Comunitat Valenciana. Comenzó con los valencianos arroceros que hacían la siega en las tierras del Delta del Ebro, en septiembre, coincidiendo con la festividad de la Mare de Déu de la Salut. Lo que no podían celebrar en su lugar de origen, lo celebraban en su tierra de acogida. De ahí nacieron los 'castellers' catalanes, inspirados por los 'muixeranguers' valencianos. De hecho, está plenamente reconocido que fue la danza valenciana quien dio pie a la catalana. Tanto es así que en Museu Casteller de Catalunya otorgó en 2015 un espacio relevante a las torres humanas de Algemesí al considerarlas su referente histórico.

En este sentido, Badenes sí que establece diferencias entre ambas danzas. La música es la principal, ya que en Valencia es el 'tabalet i la dolçaina' y en Cataluña los 'gralles y timbals'. Los catalanes basan sus torres en crecer en vertical, para alcanzar la máxima altura. En la Muixeranga «a veces nos agachamos, otras veces nos ponemos en cuclillas, los niños levantan la pierna una vez llegan arriba...» matiza.

Hay otra diferencia sustancial en la que Badenes pone el acento: el trato que ha recibido esta tradición en la C. Valenciana y en Cataluña. «Aquí [en Barcelona] se ha fomentado mucho como parte de la cultura popular, pero en València no se cuidó, no se ha puesto en valor hasta hace unos años», sostiene.

Lo cierto es que aunque los primeros documentos que hablan de la Muixeranga datan del siglo XIII en territorio valenciano, en la cuna de este baile estuvo a punto de desaparecer en 1973. Fue un punto de inflexión: por primera vez desde que había documentación, en Algemesí no salieron 'muixeranguers' en la procesión de la Mare de Déu de la Salut. El Mestre de la época, Tomás Pla, reclutó a varios jóvenes del colegio Maristas para salir la siguiente noche a hacer una Muixeranga, lo que reactivó la tradición hasta el día de hoy.

En la Muixeranga de Barcelona no son profesionales, como remarca su presidente. Sin embargo, realizan más de una decena de actuaciones al año. Las próximas serán en Olesa de Montserrat y en Santa Coloma. Mientras tanto, seguirán ensayando, como cada semana, en la «Lleialtat Santsenca», un espacio cedido por el Ayuntamiento de Barcelona para usos sociales, cooperativos y de la cultura popular. Lomismo que intenta preservar la Muixeranga de Barcelona.