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DE las palabras a los hechos

DE las palabras a los hechos

Esta semana nos ha visitado el conseller d'Economia. Empresarios, comerciantes y políticos hemos tenido la oportunidad de escucharle. En la reunión se habló de la falta de financiación autonómica, la conexión de la AP-7, la necesidad de modernizar los polígonos y mejorar el tejido empresarial mediante la implantación de la industria 4.0.

Algunos de los asistentes poco informados se pudieron incluso llevar una buena impresión por la disposición y buena voluntad que el representante del Consell mostró con todos los asistentes. No obstante, me llamó la atención la falta de autocrítica en algunos aspectos.

Sorprende que la infrafinanciación sea la única culpable de todos los males. Y si así es, no entendemos por qué pactan con aquellos que pudiendo solucionar el tema, prefieren mirar hacia otro lado. Del mismo modo, aunque se repitió en diferentes ocasiones que el sector primario y secundario son lo más importante, obvió que, tras la firma del segundo pacto del Botánic, lo primero que hicieron fue retirar 30 millones de euros de ayudas directas al sector citrícola.

En esta línea, no creo que sea muy apropiado adueñarse de una mejora en el número de afiliaciones a la Seguridad Social porque es una tendencia nacional que tiene más que ver con el esfuerzo de las familias, los autónomos, empresarios y trabajadores que con las políticas que lleva a cabo el tripartito. Sobre todo eché de menos escuchar hablar de los autónomos, que son fundamentales en nuestra economía.

Una de las cosas que sí dependen del Consell son las ayudas del IVACE y han tenido poca repercusión, necesitamos mayor dotación económica y sobre todo, un criterio mas acertado, para que esas ayudas tengan un impacto real de mejora y funcionalidad en los polígonos. Además, las empresas se siguen encontrando con las trabas burocráticas, las normativas poco realistas y la falta de ayudas directas. La falta de empatía sigue siendo un denominador común.

Sin embargo, me quedo con la esperanza de que la cercanía que trasladó el conseller en este encuentro vaya más allá de la imagen y se transforme en un acercamiento al sector empresarial de nuestra ciudad. Eso sí, siempre con pruebas de ello: inversiones, ayudas y, por supuesto, la ansiada conexión con la AP-7.

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