Sabe que su margen de acción es limitado más allá de paralizar el pago de la subvención municipal hasta que el Consell de la Joventut d'Alzira aclare las irregularidades que salpican su gestión -presentó facturas para justificar gastos y recibir la asignación del ayuntamiento si bien algunos proveedores aseguran no haber cobrado-, pero la concejal de Juventud, Letícia Piquer, abogó ayer por aprovechar esta crisis para abrir una nueva etapa con la renovación de la comisión permanente -copada por militantes de Nuevas Generaciones a través de diferentes asociaciones sin arraigo en la ciudad- y abordar también una actualización de los estatutos que elimine las trabas que han encontrado muchas entidades que querían participar con el objetivo de que vuelva a ser un «espacio plural» tras constatar que, indicó, «se ha hecho un uso partidista del Consell de la Joventut». «No sólo queremos que se paguen las facturas, también que haya una renovación para que el Consell sea un espacio plural», incidió.
Organismo independiente
La edil, que indicó no haber recibido aún respuesta de la actual presidenta del CJA, Amparo Heidi Camarasa, al ultimátum que le ha dado el ayuntamiento, recordó que se trata de un ente autónomo y que, por tanto, es el que debe tomar estas decisiones en favor de la renovación mientras que el ayuntamiento lo único que puede hacer -dijo- «es presión y paralizar la subvención hasta que esto se resuelva». Cabe recordar que el ayuntamiento ha emplazado a la actual presidenta, que también ejerce como concejal del PP en la Barraca, a que justifique el pago de 1.480 euros que la entidad adeuda a varios proveedores.
Letícia Piquer recordó que, tras asumir en mayo el área de Juventud, se encontró con que el CJA tenía pendiente de justificar facturas desde 2015 y, al tiempo que trataba de aclarar la situación desde el punto de vista económico, convocó una asamblea de asociaciones juveniles, a la que se citó al propio Consell de la Joventut, aunque no asistió. Esta reunión se produjo en septiembre y, según relató la edil, en ella hubo una crítica bastante generalizada de colectivos «que nada tienen que ver con la política» que alertaban de «la falta de democracia interna y de las dificultades que tenían para participar».
Cabe señalar que los estatutos del Consell de la Joventut regulan que la entrada de cualquier nueva asociación debe ser aprobada por unanimidad, lo que se convierte en algunos casos en un escollo insalvable ante la numerosa presencia de miembros afines a NN GG y al PP, que controlan el ente desde hace más de una década. De hecho, copan la última comisión permanente elegida en febrero del año pasado y que encabeza Camarasa. La concejal alcireña señaló además que esos estatutos se encuentran desfasados ya que no están adaptados a la nueva legislación.
Propuesta de mediación
Por otra parte, Letícia Piquer comentó que el Consell Valencià de la Joventut se había ofrecido al ayuntamiento mediar en este conflicto en busca de una solución. «Tienen una buena predisposición a ayudar», dijo.
