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Residuos

La recogida "puerta a puerta" se demora a la espera de poder rentabilizar los residuos

Los pueblos de la Vall Farta reclaman al Consell un marco normativo que permita vender los restos a gestores especializados para abaratar el servicio

García muestra el contenedor que cada vecino dejará en la puerta. l-emv

La voluntad se mantiene férrea. «Continuamos adelante con nuestro camino», comentó al respecto Julio García, alcalde de Alcàntera y presidente de la mancomunidad que agrupa a los cuatro municipios, que añadió a continuación: «Los alcaldes hemos viajado a Tuéjar para conocer su método de recogida y así continuar con nuestra labor de estudiar de qué manera implantan el modelo 'puerta a puerta' en otras poblaciones. Contamos con un plan de viabilidad y ahora vamos a la segunda fase, en la que elaboraremos una auditoría económica que analice cuestiones como lo que se puede ganar vendiendo vidrio, cartón o plástico y el ahorro que supondría no llevarlo a la planta».

García reconoció que el tema económico es uno de los más delicados: «Por una parte, sabemos que la recogida puerta a puerta nos permitirá reducir la huella ambiental de la basura en el territorio y que supondrá una mayor comodidad para nuestros vecinos, muchos de los cuales tienen cierta edad. Pero también es cierto que, aunque no tengamos los números sobre la mesa, el nuevo sistema sería más caro, es ahí donde esperamos una ayuda del gobierno valenciano, que ya nos ha felicitado por promover esta iniciativa».

En ese sentido, García manifestó que la colaboración con el Consell es esencial desde dos puntos de vista: «Por una parte, necesitamos que se modifique la normativa vigente y se apliquen modelos como el catalán o el vasco, que permiten a los pueblos vender los restos a empresas especializadas. En estos momentos, tenemos a Ecoembes o Ecovidrio que nos cobran por recoger los residuos y luego hacen su negocio con ellos, los ayuntamientos deberíamos ver una parte de ese dinero para reducir los pagos de nuestros vecinos. La legislación actual no nos da seguridad y desde el Consell nos trasladan que para empezar a hablar de hechos tenemos que esperar unos cuantos meses. Por otra parte, creo que la Conselleria de Medi Ambient también podría colaborar con la adquisición de los pequeños cubos en los que los vecinos depositarían la basura y la sacarían a la puerta de casa».

Pese a todas las complicaciones que puedan surgir, García se mostró optimista: «Vamos por el buen camino, creo que muchos pueblos querrán seguir nuestros pasos y veo que cada vez hay más gente concienciada con cuestiones tan importantes como la economía circular o la lucha contra el cambio climático, nociones que además preocupan a Europa». También reconoció que todavía queda un largo camino de concienciación ciudadana en los cuatro municipios ya que, cuando se conjuguen todos los factores, «los contenedores desaparecerán de un día para otro».

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