El Ayuntamiento de Alzira supeditará las futuras subvenciones del Consell de la Joventut (CJA) a un mejor control financiero de esta entidad independiente. El consistorio no quiere dejar que se repita una situación como la vivida hasta el momento, en la que diversos proveedores aseguraban no haber cobrado los servicios prestados en 2015, 2016 y 2018 pese a que el CJA había justificado los pagos. A día de hoy, sus deudas están saldadas, según acreditaron sus representantes en la reunión acontecida en la tarde de ayer.
A la cita acudieron tres miembros del CJA -entre ellos la actual presidenta, Amparo Heidi Camarasa-, dos del Consell Valencià de la Joventut, así como los ediles Albert Furió y Letícia Piquer -concejales de Juventud en la pasada y actual legislatura, respectivamente-, el alcalde de Alzira, Diego Gómez, y una técnica del ayuntamiento. El consejo valenciano actuó de mediador entre ambas partes, que iniciaron el encuentro en un ambiente de cierta tensión.
Los representantes del consistorio alcireño manifestaron su preocupación por las supuestas irregularidades administrativas cometidas por el Consell de la Joventut, un hecho que este último negó rotundamente. Además, los integrantes del colectivo juvenil presentaron los justificantes de los pagos pendientes por servicios prestados entre 2015 y el pasado año, el adeudo total rondaba los 1.500 euros.
«Este ayuntamiento únicamente quiere que se paguen las cosas como toca, porque nunca antes nos había pasado esto con ningún proveedor», manifestó Gómez tras la reunión, para añadir a continuación: «Afortunadamente, ninguno denunció y, tras pedir explicaciones en julio y no obtener respuesta del Consell, acudió a nosotros; no podíamos mirar hacia otro lado. Pero no se nos puede corresponsabilizar de lo ocurrido, como pretendía el CJA. Si este ayuntamiento fuera responsable, yo, como alcalde, ya estaría en la Fiscalía. Ahora, el futuro pasa por presentar facturas con comprobantes de pago correctamente, sin garantía administrativa no se darán subvenciones».
La otra cuestión a tratar fue la falta de voces discordantes el Consell de la Joventut, cuyos miembros siempre han sido asociaciones con escasa vinculación en la localidad y lideradas por personas afines al Partido Popular. En ese sentido, los representantes del ayuntamiento trasladaron a los del CJA las quejas presentadas por grupos de jóvenes de la localidad reclaman una mayor pluralidad y regeneración para poder participar. La regeneración en el consejo permanente parece inmediata, ya que se ha producido una baja -Alba Carrió, actual fallera mayor, ya no forma parte de éste-.
Este periódico intentó ayer contactar con Camarasa para conocer su versión y valoración de la reunión, pero no hubo respuesta.
