El gobierno de Carcaixent ha aprobado un incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con el que espera hacer frente a diversas obligaciones económicas. El ejecutivo defiende que la medida se lleva a cabo tras cuatro años «manteniendo congelados la práctica totalidad de los impuestos» y que con ésta se evitará «una subida generalizada de las tasas municipales».

Este aumento «permitirá mejorar la prestación de servicios básicos para la ciudadanía que alcanzan desde el servicio de ayuda a domicilio hasta la limpieza viaria o las actividades culturales», incide el gobierno local. Asimismo, posibilitará que el ayuntamiento pueda asumir en 2020 el incremento salarial del funcionariado derivado de la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo aprobada este año además del coste derivado de la prórroga del servicio de recogida de basura, del cual se prepara una nueva licitación. «También habría que sumar el pago de sentencias que el consistorio tiene pendientes, resultado de la gestión del equipo de gobierno de la legislatura 2011-2015», enfatizó el gobierno local.

Cuentas muy ajustadas

Según los informes técnicos realizados por el consistorio, «estos gastos que ascienden a cerca de un millón de euros, únicamente son asumibles con un incremento de ingresos, ya que lascuentas están ajustadas al máximo», destacó ejecutivo, que añadió: «Después de unos años de contención y de valorar diferentes opciones,se ha acordado que la opción más equitativa era hacerlo a través del IBI aplicando el principio de la justicia fiscal, de forma que se puedan mantener congeladas otras tasas como la de la basura o el agua».