El Ayuntamiento de Polinyà de Xúquer aprobó el martes por unanimidad la disminución del IBI rústico en un 10% «con el objetivo de ayudar a los agricultores y a los pequeños propietarios a paliar el abandono del campo». La crisis del sector agrícola y, en concreto, del citrícola provoca que cada vez más los agricultores dejen de mantener los campos. «No solo hablamos de grandes propietarios sino también de aquellos que tenían un campo pequeño y les servía como un apoyo económico a la unidad familiar con la venta de la naranja», explica Joan Negueroles el portavoz de Esquerra Unida, partido que dispone de una amplísima mayoría absoluta en el ayuntamiento.

«En 2008 se aumentó este impuesto, con el acuerdo previo del Consell Agrari, para disponer de guarda rural por las noches, dado el incremento de los robos que se estaban sufriendo. Este aumento sirvió para pagar un tercio de este servicio de vigilancia, el resto iba a cargo del propio ayuntamiento», argumenta el portavoz de EU, que añade: «Ahora asumiremos el 100% porque la situación no ha mejorado».

La corporación municipal dice ser consciente que la bajada del IBI «es una medida pequeña pero por eso continuará trabajando para encontrar incentivos para ayudar en este sector económico que hasta hace nada era lo más importante de nuestra comunidad». Además, va a seguir exigiendo al resto de Administraciones que atiendan al sector «con medidas efectivas, respetuosas con el medio ambiente y que prioricen al pequeño propietario».

Polinyà considera necesario que el Consell apueste por promocionar los productos agrícolas valencianos y exija a la Unión Europea medidas para proteger la citrícultura valenciana.