ulio García no había utilizado nunca en su trayectoria profesional ni una máquina desbrozadora, ni una sierra mecánica, ni tampoco una azada. Su trabajo como asesor comercial en una firma de cosmética se desarrollaba en otros ámbitos. Pero con el salto a la política municipal y, en particular, tras su elección como alcalde de Alcàntera de Xúquer, empezó a familiarizarse con todo tipo de herramientas.

En las jornadas previas a la festividad de Todos los Santos participó en la poda de los cipreses del cementerio municipal para adecentar el recinto de cara a los días que mayor afluencia de visitantes registra. No se trata de una acción puntual. En la anterior legislatura ya se prodigó en todo tipo de trabajos alejados del despacho de alcaldía. Cuando la situación lo requiere, cambia la americana por un peto o ropa de trabajo para «ayudar», puntualiza, a los operarios que desempeñan sus funciones en la calle que, en un pueblo pequeño como Alcàntera, no son muchos. «Yo soy un alcalde de calle y no se me caen los anillos. Si tengo que subirme a un árbol me subo, si tengo que limpiar algo, lo limpio. Está claro que hay cosas que no debo hacer, pero las hago», comenta.

El mayor respaldo popular

Julio García fue en las pasadas municipales el alcalde la Ribera que logró un mayor apoyo popular en las urnas con un 86,44 %, lo que le permitió revalidar el cargo con una mayoría aplastante, ya que consiguió para el PSOE los nueve concejales de la corporación. Cierto es que el PP concurría a los comicios con una lista de cuneros -candidatos que no tienen relación con la circunscripción por la que concurren-, pero el pleno de concejales logrado sorprendió, incluso, a los propios integrantes de la lista del PSPV.

Con todo, García asegura que esa amplia mayoría no ha cambiado su forma de actuar como alcalde y, en su segundo mandato, también combina la gestión municipal con los trabajos a pie de calle. «Yo sigo siendo el mismo y sigo la misma línea de trabajo. A ningún alcalde le corresponde hacer ciertas cosas, pero me gusta estar en compañía de la gente y de los trabajadores y eso implica seguir ayudándoles en su trabajo. Siempre va bien, para ellos y para mi», indicó el alcalde de Alcàntera, mientras apostillaba que esta línea le ha funcionado y, por tanto, dijo, «lo seguiré haciendo».

«La gente está agradecida y, mientras pueda, seguiré estando en la calle, me gusta ayudar a todo el mundo», resumió.