La aguja y el hilo se convirtieron en algo más que una afición para Kike García Ferrer, un vecino de Guadassuar que ya ha demostrado su valía en repetidas ocasiones y que ahora ve reconocida su labor. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana se hizo con el Premio Talent de Indumentaria Valenciana en la Fira de València.
Los Premios Talent de Fiesta y Boda nacieron en 2016 con el objetivo de reconocer la labor de los jóvenes profesionales valencianos que ejercen como modistas en sectores tan amplios como el nupcial, el de las comuniones o el de la indumentaria tradicional valenciana. El certamen entrega galardones en seis categorías: Fotografía, Moda, Joyería, Gastronomía, Videografía e Indumentaria Valenciana. García competía en su modalidad contra Mi Ribera Haba y Ester Lara Herrero. Los tres pertenecen a la escuela de indumentaria Canem.
El guadasuarense subió a la pasarela seis modelos que él mismo había confeccionado, tres masculinos y tres femeninos. «Intenté que hubiese variedad. Todos eran modelos muy tradicionales confeccionados en base a piezas que había observado en el Museu Valencià d'Etnologia, como los de antes. Buscaba que la tradición quedase impregnada tanto en la costura de los vestidos como en sus complementos», aseguró ayer García a Levante-EMV. «Uno de ellos, por ejemplo, se identifica con lo que sería un traje de fallera de manga de farol. Se han utilizado telas diferentes del mismo modo que cada una de ellas llevaba joyas diferentes, aunque todas portaban 'porticons', que son palmitos de gran tamaño, históricos, uno de encaje y dos de seda», explicó sobre los trabajos de indumentaria femenina.
Una grata sorpresa
En el caso de la masculina, subrayó las diferencias entre los dos modelos de tipo «torrentí», uno llevaba manta a rallas y una rodina mientras que el otro portaba un pantalón raso de seda, con una capa negra de lana y una chistera «para que fuera caracterizado como alguien de más estatus», puntualizó. El tercero de los modelos varones vestía un pantalón largo a cuadros y una blusa de algodón con estampados, así como una manta de lana también con motivos cuadrados y un pañuelo para la cabeza. «Hoy en día es difícil conseguir los resultados de antaño, pero intentamos que se parezcan al máximo. Esta ha sido mi primera participación y me sorprende haber ganado, no me lo esperaba porque mis dos compañeras realizaron un espléndido trabajo», concluyó.
