Las fuentes de riqueza de las localidades no siempre están tan protegidas como cabría esperar. Es el caso de muchos polígonos industriales de la comarca, que carecen de infraestructuras básicas para facilitar la labor de extinción de los bomberos. Buena parte de ellos carecen de hidrantes y los que sí disponen, no siempre reúnen las mejores condiciones. Las administraciones ya trabajan para solventar este problema.
Para los bomberos no supone una novedad, pero resulta cuanto menos sorprendente. Un ejemplo lo ilustra a la perfección. Cuando el dispositivo desplegado el miércoles para actuar en el incendio de un nave en el polígono industrial de la Carretera de Albalat, en Alzira, llegó al lugar, no tuvo nada fácil encontrar una toma de agua. Afortunadamente, cuando ocurren incendios en áreas empresariales, los bomberos tienen la lección aprendida y suelen acudir con camiones cisterna, capaces de transportar hasta 12.000 litros de agua. De ese modo pueden atander con premura el incidente en cuestión y evitar que el fuego adquiera mayores dimensiones.
Según detallaron fuentes de toda solvencia, «la falta de hidrantes es un mal endémico demuchos polígonos es muy raro que uno tenga y funcionen correctamente». El problema viene de lejos. Algunas áreas industriales, ya no sólo en Alzira sino también en otras localidades como Carlet o Algemesí -aunque el listado es mayor-, son muy antiguas. Es cierto que se han ampliado y cuentan con cada vez más mercantiles, como en el caso del mencionado de la Carretera de Albalat. Cabe recordar que éste alberga algunas de las empresas más importantes de la capital ribereña. Pero su crecimiento no siempre ha ido de la mano de mejores estructuras, ya sean en forma de hidrantes o de viales decentes.
Informes detallados
«Cuando los bomberos llegan a un incendio, lo primero que necesitan es agua para la extinción. Pero no todos los polígonos tienen hidrantes y los que tienen a veces no funcionan correctamente. Es de vital importancia, porque si no hay agua, tienen que ir a buscarla y eso reduce de manera notable la eficiencia del trabajo», añadieron las mismas fuentes.
En ese sentido, subrayaron que la solución al problema no pasa por instalar tomas de agua de manera aleatoria: «Aquí no hablamos de un problema de cantidad, sino de eficiencia. Si hay pocos, pero están bien ubicados y aportan el caudal suficiente para sofocar un incendio, no hace falta nada más».
Tanto el Consorcio Provincial de Bomberos como los ayuntamientos son conscientes de que no pueden dejar pasar más este problema. A fin de cuentas, en las áreas industriales de la comarca trabajan miles de personas y la seguridad no es una cuestión que se pueda obviar. Por ese motivo, ya trabajan conjuntamente para subsanar estas carencias. Los bomberos ofrecen asesoramiento a los municipios se preparan informes, de modo que les aportan información sobre aquellos hidrantes que no funcionan correctamente al mismo tiempo que se aconseja sobre las posibles ubicaciones para instalar nuevos. De esa manera, se podrá actuar con mayor eficacia en los incendios y se evitarán posibles complicaciones derivadas de la imposibilidad de acceder al suministro de agua.
