Los parques comarcales de bomberos de Alzira y Cullera han alertado del incremento de incendios en viviendas particulares con la llegada del frío invernal. El año pasado se registraron 99 siniestros de este tipo en la comarca, 74 de ellos producidos en la Ribera Alta y otros 25 en la Ribera Baixa. En lo que llevamos de año, el Consorcio Provincial lleva contablizado 532. De ellos, 244 se han producido entre enero y abril, por lo que los profesionales reclaman que se extremen las precauciones.

Con la llegada del frío se detecta siempre un repunte de incendios de viviendas. Las principales causas son los aparatos eléctricos en mal estado, que generan cortocircuitos, así como instalaciones eléctricas deficientes en casas antiguas en las que no existen, por ejemplo, interruptores diferenciales de corriente.

Los aparatos de calefacción como estufas, radiadores y chimeneas en estancias sin ventilación también generan peligro. «Si están en funcionamiento durante mucho de tiempo y las puertas y ventanas están cerradas, se consume el oxígeno y se forma el mortal monóxido de carbono», alerta la responsable del Consorcio, Maria Josep Amigó. Detrás de otros incendios también están las chimeneas con mal mantenimiento, braseros bajo de las mesas camillas, estufas eléctricas y cirios.

La necesidad de estar vigilante

La prevención resulta clave. El Consorcio aconseja revisar todos los aparatos de combustión líquida o con gas inflamable. También es muy importante colocar detectores automáticos de humo, que pueden salvar vidas. Y las fuentes de ignición deben de apagarsecada noche antes de acostarse. Las candelas nunca tienen que dejarse encendidas al irse a dormir.

Según los últimos informes conocidos, el año pasado murieron 123 personas. De ellas 16 en la Comunitat Valenciana, la segunda autonomía con más víctimas mortales. La principal causa es la intoxicación o inhalación de humos o gases tóxicos.