Compromís per Almussafes acusó ayer al alcalde del municipio, el socialista Toni González, de dinamitar la Mancomunitat de la Ribera Baixa al negarse a pagar las cuotas que corresponde pagar al consistorio que gestiona por no haber satisfecho su objetivo de controlar la entidad. «Parece que no ha digerido bien sus aspiraciones políticas y personales tanto en la Diputació como en la Mancomunitat», ironizó la coalición nacionalista.

Para Compromís es cuanto menos paradójico que el Ayuntamiento de Almussafes se alineara con la estrategia del PP de Sollana a raíz del recurso presentado por el ayuntamiento de este municipio contra el pleno en el que se eligió la nueva dirección de la Mancomunitat, hoy dirigida por Compromís y EU. González había anunciado que no pagará las cuotas hasta que el recurso no se resuelva. «Es contradictorio que dé por bueno el pleno de constitución cuando en su día los socialistas de Almussafes presentaron a su propia candidata a la presidencia», subrayan. Y añaden: «Mientras se está debatiendo el recurso, la Mancomunitat continúa prestando servicios a Almussafes y por tanto, su ayuntamiento no está exento de su pago».

Una «irresponsabilidad»

El colectivo valencianista tacha la actitud de Toni González de «irresponsable e impropia de un alcalde» y reprochan que con sumensaje «está invitando a la ciudadanía a no pagar los impuestos si creen, como él argumenta, que su gestión no es la más adecuada». Para Compromís la falta de pago de Almussafes «podría llegar a impedir que llegaran subvenciones de otras entidades como la Diputació».

Compromís también niega las críticas de González al exceso de sueldos políticos «puesto que solo el presidente y una vicepresidenta cobran de la Mancomunitat con un 40% de dedicación (unos 1.200 euros brutos al mes). Es un ejercicio de cinismo que censure estas retribuciones mientras en Almussafes los tres salarios políticos, con un coste de 112.000 euros anuales, más el incremento de las asistencias a los órganos, hacen que cada regidor de gobierno cobre entre 1.500 y 1.700 euros mensuales». Estos hechos, según Compromis, demuestran que Toni González «solo cree en las instituciones cuando saca rédito».

El grupo valencianista asegura que tanto en las negociaciones de 2015 como en las 2019 las primeras condiciones que González impuso «eran los sueldos y los liberados». En el presente mandato, relatan, González renunció a presidir la Mancomunitat porque los diferentes grupos «pactaron una dedicación del 50% que implicaba renunciar la mitad de los 48.000 ? que recibe del ayuntamiento». Más tarde, agregan, «incluso intentó ser presidente sin cobrar, a cambio de poner un asesora a sueldo que le hiciera el trabajo mientras él figuraba al frente de la presidencia. Finalmente quiso colocar a su primera teniente de alcalde. Y ahora como no conseguido sus objetivos intenta reventar el ente comarcal».