El Perelló y el Mareny de Barraquetes han recibido con satisfacción la decisión adoptada por la Conselleria d'Obres Publiques de suspender el polémico proyecto de reforma de laCV-500 (popularmente conocida como Carretera del Saler) que la convertía en un bulevar ajardinado. Ambos municiios costeran respiran aliviados, pero no bajan la guardia. Consideran que se ha ganado la primera batalla pero todavia no la guerra.

Desde el Ayuntamiento de El Perelló, su alcalde Juan Botella, se quiso agradecer ayer «el esfuerzo y apoyo de tantos vecinos de la entidad local menor, de las asociaciones de vecinos y de los alcaldes de las poblaciones afectadas» por el éxito conseguido al retirarse el proyecto de 'pacificación' del tráfico de la carretera, que consideraban muy lesivo para sus intereses ya que «estrangulaba la circulación» y hacía inacabable el trayecto, por lo que cada vez «recibían menos visitantes en sus playas», situación que comenzaba a afectar seriamente al comercio y al turismo.

La preocupación se mantiene

«Parece que hemos ganado la primera batalla, pero vamos a continuar con nuestra reivindicación hasta que sea definitiva la decisión de no instalar el semáforo de la Gola del Puchol y se rectifique la actuación en la zona del Portet de El Saler» advirtió ayer Botella, quién muestra su «preocupación por saber qué va a pasar con el semáforo que se pensaba instalar en la CV500». El alcalde perellonero ha afirmado también que las movilizaciones previstas, como la entrega de las casi 1.000 alegaciones que se había previsto presentar en los próximos días se seguirán llevando a cabo, cumpliendo con el calendario previsto».

Ha sido el propio conseller, el carcagentino Arcadi España, quien ha paralizado el proyecto para abrir un periodo de conversaciones con los vecinos de los núcleos afectados, entre las que figuran las poblaciones del sur de València y las entidades locales menores de El Perelló y Mareny de Barraquetes junto a Sueca. El responsable de la conselleria ha asegurado que «no se realizará nada que no esté consensuado con alcaldes y vecinos que viven alrededor de la carretera CV-500 y el Parque Natural de la Albufera». El proyecto se ha paralizado para intentar alcanzar un acuerdo.