El alcalde de Polinyà, Òscar Navarro, repetirá una legislatura más al frente del Consorci de la Ribera. Será su segundo mandato como presidente de la entidad supramunicipal y contará la colaboración de Txema Peláez como vicepresidente. De cara a los próximos años hay una serie de líneas estratégicas que marcarán su actuación, aunque una de las más importantes tiene que ver con la mitigación de los efectos daños de las inundaciones en una comarca en la que el Xúquer, sus afluentes y los barrancos no cesan de causar estragos en la población.

La limpieza y el mantenimiento de los cauces es uno de los ejes principales que vertebrará la gestión del Consorci. Para ello, se necesitará la implicación de todas las administraciones: «La Confederación Hidrográfica del Júcar es la responsable de muchas de las masas de agua de la comarca, pero también es cierto que hasta ahora la Generalitat ha hecho algunas pequeñas actuaciones contra la caña invasora que consideramos insuficientes. También queremos que la Diputació, a través de Divalterra, puede implicarse en el asunto. De ese modo, entre todos, podemos elaborar un único plan para nuestro territorio», comentó ayer al respecto Navarro, que añadió: «Somos conscientes de que vivimos en una zona en la que, tarde o temprano, las inundaciones ocurren. Hace no mucho nos salvamos por muy poco. La capacidad de hacer daño del Xúquer es mayor que la del Segura, así que tenemos que intentar, dentro de las posibilidades, mitigar los posibles daños».

Otra de las líneas de actuación del Consorci de cara al ejercicio que ahora comienza tiene que ver con minimizar el problema que supone la falta de aparcamientos en el hospital comarcal. «Se trata de algo que no vamos a poder solucionar del todo, como mucho podemos intentar mejorar lo que tenemos. Ahora, los ayuntamientos, asumiremos de forma conjunta los gastos para urbanizar una nueva zona de aparcamiento que permitirá contar con 120 plazas más, pero tenemos muy pocos recursos. De todas maneras, creo que esa no es la solución, no podemos depender siempre de devorar el territorio. Lo que se tiene que hacer es potenciar una buena conexión de transporte público con el hospital. La Generalitat debe poner en marcha las licitaciones necesarias para que las empresas presten dicho servicio, es algo que no debe alargarse más allá de esta legislatura», aseguró Navarro sobre dicha problemática.

Plagas de insectos

Otro de los puntos clave tiene que ver con la lucha contra las plagas de insectos más molestas: la mosca negra y el mosquito tigre. «A veces es complicado ver los buenos resultados, sobre todo cuando este verano tuvimos un episodio muy importante de proliferación de mosca negra, hasta ahora no había entrado de manera tan descarada en los cascos urbanos. Pero tenemos que mantener la línea de trabajo que llevamos en estos momentos. Tenemos que actuar de manera conjunta y coordinada, de nada vale que cada pueblo realice tratamientos o fumigaciones cuando y donde quiera. Somos conscientes de que son plagas que no se pueden erradicar, pero hay que seguir combatiéndolas para minimizar su afección en la población», concluyó Navarro.

El último de los aspectos que el Consorci de la Ribera se marca como objetivo es la construcción de una perrera comarcal. Recientemente, este diario ya adelantó que Alzira se desmarcaba como posible emplazamiento al alegar que no podía ofrecer un espacio en condiciones para albergar dicha instalación. Asimismo, instaba al consorcio a buscar otras opciones. De modo que, durante este ejercicio, el ente supramunicipal deberá barajar qué localidades son adecuadas para dicho cometido y acelerar al máximo las gestiones para su edificación.