El Ayuntamiento del Mareny de Barraquetes ha elevado a la Guardia Civil una denuncia por maltrato animal tras tener que sacrificar un gato que había recibido un disparo con un rifle de perdigones. El proyectil se quedó alojado en la columna vertebral del felino.

Aunque el suceso se produjo hace varias fechas, todavía no se ha encontrado al autor -o autores- del disparo al animal. Concretamente, éste tuvo lugar el sábado 21 de noviembre alrededor de las 15,00 horas en el Camí de la Partideta. Allí se encontraron el gato, que estaba atrapado en una valla, con una herida perforante. Ésta se encontraba en un costado, a la altura del abdomen. Su orificio tenía el tamaño de un guisante y solo era de entrada. Además, el felino se había destrozado las uñas delanteras al intentar escapar.

Tras llevar al gato al veterinario, se confirmaron los peores presagios. Así lo explicaron fuentes municipales: «El gato tenía el perdigón en la columna y había quedado inválido, por lo que no quedó mas remedio que sacrificarlo. Además de que el acto, en sí mismo, es una salvajada, hay que tener en cuenta que podría ser un peligro para niños o personas adultas. El maltrato animal es un delito que está penado con un año de prisión, por lo que se ha cursado una denuncia ante la Guardia Civil para que podamos esclarecer los hechos y que el responsable o los responsables paguen por lo que han hecho». El consistorio del Mareny, asimismo, reclamó a sus vecinos que aportasen cualquier información o testimonio que ayudase a encontrar al autor de los disparos. No obstante, a día de ayer no se había producido avance alguno.

«Nunca antes habíamos vivido un problema así. El que ha cometido esta salvajada es un desaprensivo. Esperamos que no se vuelva a repetir un episodio similar», añadió al respecto el alcalde de la entidad local menor, Jordi Sanjaime.

Los hechos se produjeron, curiosamente, mientras el ayuntamiento pone en marcha una campaña con la que busca controlar las colonias felinas. Trabaja codo con codo con la protectora Refugi Els Àngels -originaria de Sueca pero con un pequeño grupo de trabajo en el Mareny- para cuidar de los gatos callejeros. Un grupo de personas se encarga de alimentarlos y, de cara al próximo año, está previsto que se inicie un plan de esterilización que permita mantener a raya la población de felinos, lo que se traduce en mejores condiciones para los animales y una mayor salubridad para los vecinos.