Los cazadores comienzan a acostumbrarse a jornadas de caza sin apenas dizsparos. La primera tirada de la temporada en el parque natural de la Albufera fue muy mala en el coto de Cullera y demasiado desigual en las replazas de Sueca. Las elevadas temperaturas del fin de semana no ayudaron. En estas condiciones, algunas collas de aficionados tuvieron que confirmarse con ver los patos de madera utilizados como reclamo para atraer a las aves. Casi nada funcionó el sábado.